Lágrimas

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Después de la fiesta, todos regresaron a sus aposentos, las familias visitantes partieron del Palacio, excepto el general Natsukawa, que pidió permiso para hablar con el Segundo Príncipe y con Sawamura.

Los tres empezaron una conversación:

-Sawamura-sama, realmente estoy a gusto con que aceptará nuestro presente, por favor, acepte una petición mía.

-¿De que asunto se trata?

-Nos gustaría que fuera una buena mano amiga y apoyo de mi querida Yui, sobre todo ahora que va a ser madre.

-Espero que nos llevemos bien, no quiero que se preocupen por ella

-Agradecemos su comprensión y que acepte ser su amigo.

-No tienen nada que agradecer, le haré compañía con mucho gusto.

-Yui puede ser un poco sensible y de carácter un poco impulsivo, por favor no le tome a mal que le cuesta aperturarse con otras personas.

-Desde luego, no lo tomaré a mal, estoy seguro que nos llevaremos bien.

-Me ha confortado el alma, puedo partir a casa con más tranquilidad.

-Me alegra ser de ayuda.

El castaño dejo solos al Segundo y a Natsukawa, porque era hora de partir a sus propias habitaciones.

-Es una maravillosa persona.

-Yui es sin duda una gran persona.

-Mi hija desde luego, pero hablaba de Su Alteza.

-¿Eh?

-Nuestra familia no se opondrá si lo toma como su segunda pareja, ni siquiera nuestra Yui se enfadara, por favor, tome en cuenta nuestra opinión para que ese matrimonio también se realice, será un placer considerarlo de la familia también.

-Yo no tengo ningún interés en Sawamura-sama

-Su ojos brillan cuando lo mira, además... También se vaciaron cuando lo creyó muerto, por favor no se reprima, nuestra familia está agradecida de ser bendecida con su gracia y de que Yui ahora está embarazada, entonces por favor, también queremos ver a nuestro Segundo Príncipe feliz

El general se retiró dejándolo sin palabras, Youichi juro desde muy niño ser alfa de un solo Omega, cuando se casó con Yui prometió que no la expondría con nadie más para no herir su corazón y tampoco... No quería exponerla a qué se equivocara con otros omegas y al final le hicieran daño como a su madre.

El emperador siempre le dio la posibilidad de recuperar a Eijun si así lo decidía pero... Él no quiso romper su promesa por mucho que amará al Omega castaño.

Wakana hablaba con Sawamura al cepillar sus cabellos.

-Desde que volvió está un poco extraño, mas bien, después de que el Segundo Príncipe se fue...

-Wakana... Youichi... Me besó, no puedo dejar de pensar en eso.

-¿Qué? Eso es peligroso, no debió permitirlo.

-No lo sé... Mi corazón saltó de emoción y sentí que la cabeza me estallaba de felicidad, amo a Youichi, no lo he olvidado, han pasado los años y yo lo sigo amando.

-¿Que hay de Kominato-sama?

-Quise mucho a mi maestro, pero en mi corazón, los sentimientos que tengo por él son como un árbol de raíces fuertes abrazándose a mi cada vez con más fuerza, con raíces profundas y enterradas que incluso yo no quiero soltar.

En otra parte, Haruno hablaba con Tetsuya...

-Ese Omega apestoso a conseguido demasiado.

-Madre... Deberíamos ser cuidadosos, el emperador ya sospecha de que podría haber un traidor, no quiero que te involucres en ello.

Flores de cerezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora