Flores de cerezo

Carmesí

Después de aquella conversación, el silencio en los jóvenes reunidos fue más que por comodidad, porque tenían que elegir el bando en el que deberían estar, Eijun no quería que ninguno de ellos se viera involucrado en la guerra encarnizada del trono.

-No importa a donde vayas, siempre iré contigo

Las palabras de Okumura despejaron la mente de Eijun, quién al mirarlo tan determinado, se perdió en la belleza de sus ojos verdes como el verano en un bosque, si... maravillosos los ojos de quien ahora era su alfa, su esposo, su destinado y el padre de sus hijos.

Pasaron largas noches de otoño, frias noches de invierno y unos meses después, Wakana corría de un lado a otro con las telas y agua caliente, Chris estaba listo para atender el parto en cuanto el hermoso bebé naciera, su vientre abultado y las contracciones eran cada vez más estables, el niño pronto nacería.

El sonido del llanto del recién nacido resonó en todo el castillo, Koushuu cargo a su pequeño hijo con una mirada orgullosa y dejó que Isao lo abrazara felizmente.

-Es un alfa dominante Koushuu, y es un niño sano y fuerte.

Al igual que Isao, también era un alfa poderoso, los abrazó a los dos como un padre orgulloso y beso la frente de Eijun con delicadeza.

-Estoy tan agradecido de todos los regalos que me has dado en esta vida, se puede ser tan dichoso en un día.

-Como el cielo nocturno nuestro amado Isao, como el claro de la luna nuestro pequeño Tenshi

-Es un hermoso nombre, Kou soy muy feliz.

Eijun se durmio en los brazos de Koushuu que sonreía y lloraba de alegría y mientras dormíamos de forma placentera, incluso sin que nadie se diera cuenta, una mujer entró al castillo, vestida con ropa de camuflaje nocturno, ella en compañía de dos hombres que la seguían entro a la habitación nupcial.

Shinji caminaba junto con Tojo cerca de la habitación de sus amigos cuando escucharon las pisadas cuidadosas, al mirar de cerca, reconocieron la figura de la antigua emperatriz, preocupados se interpusieron en la puerta, el sonido se desvaneció en unos segundos, la mujer salió huyendo con sus seguidores.

La antigua emperatriz logró escapar sin ser vista por nadie más, mientras que Seto en su habitación estaba orando, dedicando plegarias de noche a los cielos, para que Tenshi fuera tan bendecido como Isao, cuando sus plegarias se rompieron con dulces flores de cerezo cayendo.

-¿Eijun?

Seto corrió a la habitación del dulce Omega, y al llegar, sus ojos se arrasaron con dolor, el ruido despertó a Okumura, que al salir, quedó tan destrozado como Takuma, la sangre teñía los pisos y la madera de la puerta, y allí estaban los dos, Shinji y Tojo atravesados por espadas en el corazón, por la forma habían muerto al instante...

Planeando que el omega no los viera intentó bajarlos en silencio, pero al volver la vista, Eijun los miraba con desesperación, gritaba en silencio, sin voz que pudiera salir de su garganta y con lagrimas que tiñeron en carmesi con la sangre de sus amigos muertos ahora.

Chris llegó de prisa e intento separar al joven omega de los cuerpos, pero Eijun parecia llorar sangre, y el cielo había enmudecido en la oscuridad de una tormenta, no había nada que pudiera disminuir el dolor del castaño, quien unos segundos después entró en un trance en silencio sin movimientos.

El medico golpeo su nuca para dejarlo completamente inconsciente, mientras su alfa lo llevaba a la cama y hacía que lo cambiaran de ropa.

-Cámbienlos y llénenlos de flores blancas, coloquen incienso en el salón de la familia.

-¿Quién pudo hacer eso? ¿Fue el emperador?

-Eijun planeaba dejar de lado la guerra, pero parece que la guerra lo arrastra

Mientras perfumaban el cuerpo de Tojo, notaron que en su puño había un pequeño pedazo de tela fina.

Cuando el omega finalmente despertó y recordó todo, sus ojos se tiñeron en llanto amargo.

-Escucha Alteza, no puedes darte al dolor... la muerte es parte de la vida, y la vida es parte de la muerte.

-Tojo llevaba en su vientre un maravilloso ser, quien haya sido, no acabo sólo con mis amigos, también acabo con su bebé.

El dolor en los ojos de Takuma fue muy visible, el viento abrió la ventana de la habitación de Eijun que sufrió silenciosamente.

Unas horas después, sus amigos estaban vestidos de blanco y siendo velados, el incienso cubría con aroma a flores el recinto, el castaño colocó en sus manos anillos de jade blanco en señal de una bendición matrimonial, recordando lo mucho que Tojo añoraba casarse con Shinji.

Poco después fueron incinerados y guardados en vasijas de cerámica los dos juntos con el bebé que iba a ser su hijo, para entonces Chris colocó el pequeño pañuelo en la vasija pero al mirarlo Eijun lo recordó.

-¿De dónde sacaron eso?

-Tojo lo tenía en su mano.

El aroma amargo de ira del castaño fue tan intenso y penetrante que notaron que algo andaba mal.

-Parece que quieres que te corte la cabeza con mis propias manos, si eso es lo que buscas, te haré rogar la muerte.

El silencio fue abrumador cuando ni Okumura pudo enderezar la cabeza ante la energía densa de Eijun, casi tan poderosa como la orden de un alfa, pero con un distintivo peculiar de ser de sangre, comparable sólo a la de su difunto tío a quien justamente por eso se le nombró el guerrero escarlata.