11. A combatir (Parte 2)

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     El primer contacto del peliazul finalmente terminó, con esto él se sentía un vencedor y podía descansar tranquilamente para que el siguiente entrara al cuadrilátero a combatir

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     El primer contacto del peliazul finalmente terminó, con esto él se sentía un vencedor y podía descansar tranquilamente para que el siguiente entrara al cuadrilátero a combatir.

     Del otro lado estaba Aviella, el llamado al ring había llegado para ella. Tan pronto había escuchado su nombre, entró en nervios, ahora debía subir. Se levantó con algo de duda y con pasos tranquilos fue hasta ahí y finalmente estuvo arriba. La atención de Kane fue captada cuando vio que ya estaba arriba, era la hora de ver si lo que su pandilla le había enseñado en verdad había dado resultados. Recordó esa vez de su enfrentamiento amistoso.

     Aviella era una peleadora novata, no tenía un cuerpo adaptado para esa clase de cosas, pero ser bastante delgada le resultaba positivo para ser más rápida, sin embargo, no era acreedora de una gran fuerza, no al menos en sus brazos, ya que sus piernas eran gruesas, pero con la falta de ejercicio no se notaban atléticas, aun así conservaba una potencia sin igual en ellas con la cual podría realizar ataques interesantes si le empeñaba astucia a su combate. Su oponente, una chica que era mayor en edad que ella tenía una estatura inferior, pero su cuerpo era más tosco. En su rostro se notaba la maña que tenía para pelear sucio.

     La réferi era gigantesca, fácilmente podría detener a cualquier peleadora si comenzaba a sobrepasarse en el enfrentamiento.

     —¿Todo listo? —cuestionó ella a Aviella y su rival. Las dos confirmaron—. ¡A pelear!

     —Tengamos una buena pelea —dijo con total inocencia Aviella a su contrincante en un intento de ser amable y deportiva. Un tremendo fallo de su parte ya que descuidó la defensa tan sólo al empezar.

     La mujer mayor, su enemiga en ese momento, estampó su puño directamente en la cara de Aviella con firmeza al ver el descuido de ella. La joven quedó algo conmocionada, no se esperó que tomara esa primera jugada, tal ataque la hizo sangrar un poco de la nariz.

     —¡Mierda! Hasta yo sentí eso —expresó Newt desde su posición viendo el enfrentamiento de Aviella.

     A la chica le tomó un tiempo para recuperarse de aquel golpe, fue demasiado inesperado.

     —Aplastaré esa cabeza de muñeca que tienes, pequeña perra —la contraria parecía ser más ruda. Se armó con sus brazos enfrente, como un escudo.

     —Bien... Si esa será la cosa... —a Aviella jamás le habían golpeado con el puño cerrado en el rostro, jamás, y ahora sabía lo que se sentía. Dolió como el carajo, pero ella no pensó en rendirse tan fácilmente.

     Los puños al frente, lista para golpear después de ese humillante golpe. Aquella mujer mayor comenzó a patear los muslos de Aviella para tratar de desequilibrarla, en uno de esos movimientos, ella tomó con ambos brazos una de las piernas de su rival en el acto para tirarla al suelo, pero su intento fue cuanto menos mediocre, de manera que la contraria vio su rostro al descubierto y golpeó con total libertad a su cara. El primer impacto le sacudió toda la cabeza, el segundo la desconcertó de lo potente que fue, y el tercero casi la saca de órbita. Sin embargo, antes de que ejecutara el cuarto, Aviella mandó al suelo a aquella mujer golpeando la única pierna con la que se mantenía en pie y se dio un golpe en la nuca al caer. Dejando de lado esa tierna cara que siempre tenía, Aviella entró en un gran enfado y llevó sus nudillos con gran fuerza hacia la nariz descubierta de su enemiga, si hubiese ido con más fuerza, se la hubiera roto.

Before DanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora