Kane Wrek es un criminal del reclusorio Delacks en una época futura donde la humanidad ha tenido más conflictos que avances tecnológicos. Por un suceso imprevisto, él y sus compañeros logran efectuar el escape, pero su liberación se ve perturbada po...
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El tiempo pasó de forma que faltaban dos largos días para que aquel evento de gran importancia para muchos tuviera lugar. Los ánimos se mantenían muy presentes en toda la prisión, los reclusos y reclusas hacían sus teorías de quién podría ser el vencedor final de aquel gran torneo. Lo obvio era que hubiesen apuestas por cada peleador que estuviese en el ring, esto haría que grandes cantidades de dinero fluyeran por toda la prisión y voltearía las condiciones económicas de algunos si es que hacían algún movimiento inteligente.
Algunas actividades de ocio se habían suspendido temporalmente por los mismos internos para enfocarse bien en su entrenamiento. Muchos se confiaban de más y no estaban haciendo ningún tipo de preparación, pues pensaban que los participantes en el evento no serían lo suficientemente desafiantes para poder contra ellos, era un error bastante común entre los de más alto rango y con mayor poder en Delacks. Sin embargo, alguien que se estaba previniendo bastante bien era Francis. A pesar de ser fuerte y tener muchísima experiencia en el campo del combate cuerpo a cuerpo, no se confió del todo y comenzó a entrenar. Aquel hombre estaba oxidado y tenía varios meses desde que había estado en una operación que requirieran sus puños, es por eso que comenzó a entrenar.
Por otra parte, Kane no había parado de practicar y seguir fortaleciendo su cuerpo para volverlo más apto. Una cosa buena que le pudo sacar a aquel humillante enfrentamiento que tuvo contra Francis fue que no resistía del todo los golpes, sobre todo contra alguien del calibre del gran hombre, es por eso que trabajaría duro con esto. También debía volverse aún más rápido, ágil y sobre todo, conseguir mucha fuerza que le haría falta para los combates. En esos últimos días, el chico incluso comenzó a adquirir suplementos proteicos con los grandes ahorros que tenía guardados. También tenía la posibilidad de comprar esteroides, pero no sintió que fuese algo muy inteligente, y quizás le perjudicaría más en vez de beneficiarlo.
Aviella solicitó la ayuda de sus compañeras de pandilla para que la entrenaran duró para el evento, no solían ser crueles, pero cuando se trataba de un entrenamiento de tal tipo, daban su cara más ruda para endurecer el corazón, sobre todo el dulce y suave corazón de Aviella que aún no de acostumbraba del todo a la crueldad de una prisión a pesar del tiempo que llevaba ahí. El cuerpo atlético que años atrás fue trabajado por ella le fue un gran beneficio a la hora de ejercitarse, aunque ahora había subido algo de peso por lo desacostumbrada que quedó desde esos días, pero parecía conservar su tan atractiva silueta femenina que tanto volvía locos a los reclusos.
Aviella no tenía suficiente, sentía que su entrenamiento no le llenaba. Era cierto que se enfrentaría a mujeres y no a hombres, pero ella quería recibirlo de alguien complicado de vencer u experimentado en las peleas, y no conocía a nadie mejor así más que a su compañero Kane. Uno de los tantos días que vio al peliazul entrenar acompañado de sus compañeros Marco y Newt en una esquina del patio de actividades, decidió acercarse para verlo practicar. Estaba casi maravillada con los movimientos que ejecutaba y lo serio que se tomaba el entrenamiento, más convencida no podía estar. Marco lo ayudaba a simular enfrentamientos y situaciones que lo pusieran en desventaja en un combate, y Kane trataba de librarse de él, era algo muy útil.
