Riquillos presumidos [KookTae]

uno

¿Como había llegado a esto?...

¿Cómo fue que el término en aquella situación?...

Hace tan solo unos días el... El era al menos libre, ahora...

Ahora era un objeto ante los ojos de aquellos señores.

— Taehyung, sigues tú, trata de verte simpático, recuerda que la estabilidad de tu familia está en juego... — Le hablo un chico, por el que sabía, se llamaba... ¿Chen? Si, así era.

La verdad no le importaba, las esposas en sus manos le impedían hacer un movimiento en falso. Alzó la mirada, viendo a la chica que estaba en el escenario.

— ¡Tenemos un ganador! ¡Usted, señor Park, acaba de comprar a la señorita Roseanne, por favor suba después para reclamar su premio. — Hablo aquella chica de cabello negro, por el micrófono que sostenia en su mano derecha —, ahora, pasaremos a la siguiente oferta, daré un breve resumen del chico antes de que pase...

— 🌺 —

Días antes, el era normal, o bueno, casi.

Era de clase baja, no era algo que todos se salteaban, sus prendas estaban desgastadas y rotas, pero no le importaba.

Su hermana menor había recaído, y su padre y el tenían que ganarse la vida de alguna forma.

— ¡Chicles! Lleve sus chicles, a solo dos dólares el paquete. — Gritaba el castaño, tratando de que alguien comprara los chicles.

Suspiro cuando la gente se fue, estaba preocupado por su pequeña hermana. El sonido de unos tacos llamaron su atención, alzó la vista, y se encontró con una bella mujer, pelo negro, piel clara, un lindo vestido azul marino que se apegaba su fijura, era muy hermosa.

— Hola lindo, me das una caja de chicles por favor. — Taehyung asintió, y rápidamente le extendió la caja —, ¿Cuanto?

— Dos dólares señorita. — La mujer saco el dinero y le pago, seguidamente tomo la caja, mirándolo fijamente.

— ¿Como te llamas? — Preguntó, abriendo la cajita para meter dos chicles de menta a su boca.

— ¿Ah? Emm, Taehyung señorita. — Respondió, algo tímido y extrañado por aquella pregunta repentina.

— ¿Qué haces vendiendo chicles aquí? No es seguro. — La mujer mastico el chicle, después hizo un pequeño globo con estos y debido al tamaño, el globo explotó, y la pelinegra volvió a absorber el chicle.

— M-mi hermana está enferma, y yo busco ayudarla, mi familia es de clase baja y buscamos los medicamentos para poder sanarla. — Contó, totalmente apenado, no quería dar lastima.

La contraria guardo la caja en su bolso, pensando seriamente en el siguiente movimiento que iba a hacer.

— Se una forma de ganar dinero, pero, tú tendrás que hacer lo que te diga sin objeción, tú decides, ¿Quieres que tu hermana se mejore? — La pelinegra alzó una ceja, cruzándose de brazos.

El castaño lo pensó un poco, su hermana había empeorado, y debia conseguir dinero lo más pronto posible.

— Si, si quiero, dígame qué hacer y yo lo haré señorita. — Respondió finalmente Taehyung, totalmente decidido.

La mujer rió, y acercó su mano derecha a su mejilla, acariciándola.

— Taehyung... Eres lindo, aún estando un poco sucio y con esa ropa, tal vez si te hacemos unos arreglos, te bañas, te cambias a una mejor ropa y te peinamos bien, pagarán mucho por ti, por cierto me llamo Jisoo. — La chica bajo su mano, extendiendosela para que la tome en forma de saludo.

— Espera... ¿Pagar? — El más pequeño tomo su mano, estrechandola.

— Si, pagar, te ofreceremos a unos chicos y chicas millonarios, la subasta empieza por mil dólares, lo suficiente para que tu familia consiga las medicinas, lo que ya hagan ellos con el dinero será su decisión, el dinero que ofrezcan por ti, se la daremos a tu familia, claro, no la volverás a ver probablemente, pero te doy mi palabra de que el dinero irá para ellos. — Jisoo dijo, dándole su palabra.

— E-espera, ¿Qué? — El castaño se alejó un poco, esa era una muy loca idea.

— Si, como lo escuchaste, ¿Aceptas? Yo me encargo de lo demás, tu dijiste que lo harías, no hay marcha atrás, ven sube a mi auto. — La pelinegra se dio la vuelta, caminando hacia un auto negro muy bien cuidado.

— Pero señorita, debo despedirme de mi familia. — Se excuso Taehyung, sabía que había metido la pata.

— Ay por favor, dime Jisoo, y ya te dije, que yo me encargaré de eso. — Jisoo abrió la puerta del auto, indicándole que entrara.

El no se imaginaba ese tipo de negocio cuando acepto, ahora el... El estaba por ser vendido, como si fuera un objeto, algo sin valor sentimental alguno, solo dinero...

«Hazlo por Dahyun» — pensó, dandose ánimos...

— 🌺 —

— Bueno, bueno, veo que están ansiosos por conocer a Taehyung, pasa Taehyungie. — Jisoo volteó a verlo, indicándole que vaya con ella.

Un chico se acercó a él, y le quitó las esposas.

— Pon tu mejor sonrisa y ve allá. — Le susurro, antes de volver a su lugar.

Taehyung lo hizo, puso una radiante sonrisa cuadrada, y salió de ahí, posandose junto a Jisoo.

— Bueno, el es Taehyung, como vi que estaban tan emocionados, la oferta sube, la oferta inicial es del dos mil dólares. — Hablo por el micrófono.

Taehyung pensó que se iban a quejar, pero no, más bien, escucho asentimientos y leves murmuros.

«Me parece bien que suban la oferta, ese bombom lo vale».

Taehyung evitó hacer una mueca, y se apego más a la pelinegra.

— ¿Y bien? ¿Quien desea empezar? — Jisoo alentó al público, y todos se veían entre sí.

El castaño jugó un poco con sus manos, luciendo algo nervioso, lo que hizo convencer a la persona que lo veía de querer llevárselo.

— Yo, ofrezco cinco mil dólares. — Empezó una pelinegra, mirando fijamente a Taehyung.

— Cinco mil dólares, tengo cinco mil dólares, ¿Alguien da más? — Jisoo anoto en una libreta la cantidad, y miró al público.

El castaño pensó que tardarían más, pero se sorprendió cuando vió respuestas inmediatas.

— ¡10 mil dólares! — Gritó un chico, de cabello azabache, que estaba algo cerca de la chica que hizo la primera oferta.

— 50 mil dólares. — Continuó otro chico, bebiendo un poco de su copa.

— 60 mil dólares...

— ¡80 mil dólares!

— ¡100 mil dólares!

Taehyung miro a todos algo asustado, todos hacían ofertas grandes, no esperaba eso. Todos lo miraban, todos lo querían.

Pero sólo uno lo tendría.