La Rosa Negra Mágica De Mimi

Capitulo 8: Angustia

Los nervios sacudieron a Hermione mientras se detenía frente al retrato que conducía hacia la sala común de Gryffindor. En el momento en que entrara, sabía que sería bombardeada con preguntas sobre su colapso nervioso y del por qué había sido Malfoy en el que la llevó a la enfermería en brazos a través del colegio.

Había logrado evadir esa pregunta cuando Harry y Ron le llevaron la tarea. Ellos habían, para su fortuna, llegado con la tarea justo cinco minutos después de que se quedara dormida.

Madame Pomphrey les había hecho prometer que no la despertarían; otra cosa por la que después le pagaría a la bruja.

Pero por ahora este era su principal problema. Era sábado en la mañana, lo que garantizaba que todos sus amigos estuvieran presentes. El desayuno acababa de terminar, así que sabía que no había manera de zafarse de esto. Si no iba con ellos primero, ellos darían con ella de una u otra forma. Así que, con ese pensamiento, dijo la contraseña y entró a la sala común con la cabeza en alto. No obstante, en el momento en que se detuvo en medio de la habitación, el alivio comenzó a recorrer su cuerpo. La única persona presenta en la sala común era Harry.

"¿Harry?" preguntó, caminando hacia la figura que se encontraba en el mullido sofá.

Escuchando su nombre, Harry se dio la vuelta, tratando de mantener su desordenado cabello fuera de sus ojos.

"¡Oh, Hermione! Me estaba preguntando cuando te iban a dar de alta de la enfermería."

Hermione sonrió mientras lo envolvía en un fuerte abrazo. Momentos como ese eran la razón por la que ella amaba tanto a sus amigos.

Harry en particular. Él tenía esa manera de hacerla saber que todo iba a estar bien cuando obviamente no iba a ser así. Cuando se separaron un poco, las manos de Harry se mantuvieron en sus hombros mientras la miraba de arriba a abajo, examinándola.

"Bien" dijo, una vez que estuvo satisfecho

"Parece que no estás lastimada. Creo que no tendré que matar a Malfoy después de todo."

La sonrisa que se formó en sus labios era tan grande, que Hermione la pudo sentir en sus orejas. "No, Harry" dijo mientras le daba a Harry unas ligeras palmadas en la mejilla

"Matar a Malfoy no sería una buena idea."

"Puede ser," dijo Harry mientras la empujaba suavemente hacia el sillón "A menos que me digas qué demonios pasó hace tres días. ¿Por qué Malfoy te estaba llevando a la enfermería? ¿Fue él quien hizo que te desmayaras?"

Suspirando, Hermione no pudo evitar reprenderse a sí misma. No había ninguna duda en su cabeza de que los rumores habían sido bastante malos. Ahora tendría que andar por todos lados asegurándole a todo mundo que Malfoy no la había lastimado en ninguna manera posible. "No, Harry. Malfoy no me hizo nada. Todo lo que hizo fue ayudarme cuando estaba pasando por una mala racha."

Él asintió. "Entonces, deberías de ir a explicar esto inmediatamente, Mione. No me gusta estar a ciegas cuando se trata de algo malo respecto a mi mejor amiga."

"Lo sé" ella tomó un gran respiro y decidió platicarle a su amigo la versión ligera de los hechos. "Este último año ha sido bastante difícil, Harry. He estado en una montaña rusa de emociones con todo eso de los ÉXTASIS este año, supongo que solo me quebré debido al estrés."

"¿Te quebraste?" su voz sonaba incrédula.

Hermione asintió. "Si, me quebré. Tuve una sobrecarga emocional y colapsé. Corrí hacia los jardines porque necesitaba aire y Malfoy me encontró llorando. Él trató de convencerme de ir a la enfermería y yo le grité. Supongo que sólo dejé que esto fuera demasiado lejos y mi cerebro simplemente ya no pudo soportarlo. No fue tan grave como parece."