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—Estas hablando enserio.

Taehyung asintió.

—Muy, muy enserio —se cruzó de brazos y no se movió para nada.

Hoseok lanzó un suspiro cansado y descruzo los brazos del moreno, sentía su rostro caliente pero aún así llevo sus manos hasta los botones de la camisa roja de Taehyung,  desabrochandolos uno por uno. Se sentía demasiado incómodo para hacer aquello sin avergonzarse.

—¿Alguna vez lo has hecho con un hombre?

—¿Qué clase de pregunta es esa? Ya te había dicho que no soy gay.

—¿Cómo sabes que no eres gay si no lo haces con un hombre?

—¿Qué clase de lógica es esa? —Hoseok sonrió de forma burlona mientras respondía con otra pregunta. Cuando alzó su rostro se encontró con el de Taehyung, en primer plano.

Ya había estudiado las facciones de Taehyung mientras realizaba los bocetos pero no lo había tenido tan cerca, al menos no, desde esa vez que le besó en el callejón.

Recordar ese momento hizo que su rostro se calentará, cuando se dió cuenta que quería escapar y salir corriendo, Taehyung sostenía su espalda baja con fuerza. No había forma de echarse para atrás, Taehyung lo miraba de forma penetrante cómo si buscará perforarlo, con su rostro cada vez más cerca.

—Caiste en las garras de este jaguar.

Hoseok asintio tímidamente.

—Podrías soltarme por favor.

—No se me apetece —susurro muy cerca de sus labios— tengo mucha hambre.

—Tengo algunos aperitivos en el refrigerador.

Sus palabras lograron que Taehyung lanzará una carcajada y aflojara su agarré, entonces lo empujó ligeramente y pudo huir.

—¿A dónde vas? Todavía te falta quitarme los pantalones.

—Lo dejaremos para mañana, es todo por hoy.

—No sabes que no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy.

Hoseok negó sintiéndose demasiado abrumado. Aún podía sentir el calor corporal de Taehyung sobre su piel y su excitante aroma, así que le costaba respirar con tranquilidad.

—Empezaré a pulir la madera y preparar las pinturas. No es necesario que estés aquí, puedes ir a casa.

Taehyung resopló y volvió a ponerse su camisa. No estaba molesto, tal vez un poco desconcertado, Hoseok lo deseaba, podía verlo en sus ojos pero sus labios no dejaban de decir mentiras.

Por otro lado, tampoco se entendía así mismo y esa necesidad por molestarlo y hacerle ver qué si era gay.

—Nos vemos mañana.

—Hasta mañana.

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