Propiedad

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Jimin había dicho que el siguiente era un cliente especial, uno que no diría palabra alguna y que usaría una máscara para cuidar su identidad. No hacía falta intentar conversar, ni ser cariñosos con palabras.

A veces ese tipo de clientes llegaban. Clientes que estaban tan asustados de ser descubiertos en el mundo real que se aseguraban de no mostrar el rostro, ni delatarse así mismos con palabras.

Entró a la habitación y obviamente estaba oscuro, sólo alumbrando por algunas velas y una lámpara con luz púrpura en el tocador. El cliente, vestido sólo con una bata de baño, estaba sentado en el borde de la cama, pudo observar como el cuerpo del chico se tenso como reacción a su presencia.

Probablemente se trataba de un joven en busca de su primera experiencia, por lo que estaba nervioso. Sin darle más vueltas al asunto Taehyung se quitó su propia bata para quedar completamente desnudo y tomó algunos condones del tocador, después camino hasta donde estaba el joven arrodillándose cerca de él.

—¿Te parece bien si te la chupo?

No hubo respuesta por unos momentos, hasta que el cliente negó y empujó un poco a Taehyung para levantarse.

Su cuerpo estaba temblando y se abrazaba así mismo. Taehyung odiaba a este tipo de clientes porque no sabía qué hacer con ellos. Se puso de nuevo de pie y se acercó a él pero el cliente retrocedió.

—¿Estás seguro de que quieres hacer esto?. Puedo llamar al gerente para que te hagan un reembolso.

Hubo una pequeña risa sarcástica como respuesta, fue leve pero esa pequeña sonrisa le recordó a alguien.

—Se supone que sería gratis —Hoseok susurro y decidió acabar con el teatro, no lo soportaba más, ya había confirmado lo que quería saber. No había ninguna otra razón para seguir torturándose así mismo con la esperanza de que no fuera su Taehyung.

No había forma de confundir aquel exótico rostro del que se había enamorado.

Se quitó la máscara y miro a Taehyung a los ojos, sus propios ojos ya gotean lágrimas, así que pasó su mano por su cara para limpiarse.

—Ho... Seok

—Buenas noches Taehyung... Yo sólo... quería verte de nuevo —Jung sonrió falsamente, de nuevo, apretando los puños de la impotencia—. Yo estaba muy enojado contigo porque me abandonaste sin decirme nada.

—Hoseok yo no...

—Callate —dijo en un tono autoritario—. Pero ya lo entiendo todo, y la verdad es que no sé cómo asimilarlo, me mentiste todo este tiempo y me arruinaste.