|| Chapter 3 ||

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Cabe mencionar que la compañía de Misae y Liam en este primer almuerzo en nuestro nuevo instituto ha hecho que nuestras esperanzas sobre este "último" año escolar se elevarán a un noventa por ciento a favor de que no sería todo un fiasco. Los chicos son divertidos y tal parece que los temas de conversación sobran en su compañía.


—Debo admitir que no esperaba que me fueran a caer tan bien, muchachos.—soltó mi hermana, que se encontraba sentada al lado de Andrew. Hice el amago de escupir mi bebida ante la sorprendente declaración, y tal parece que mi hermano quedó igualmente anonadado por la confesión.


—Bueno, ¿gracias? Aunque, a nosotros nos sorprende aún más que nos hallan invitado a sentarnos con ustedes.—respondió Misae, quien tenía una sonrisa apenada adornando su rostro.


Liam, que le daba la razón a su amigo con asentimientos energéticos, continuó hablando.


—Pensamos que serían igual que los Cullen.—ante ese comentario, el chico que se sentaba frente a mi, Misae, le dio un fuerte golpe en el brazo a Liam. Este último se quejó vociferando un gran "Auch" mientras pasaba su mano en la zona afectada y ponía cara de inocencia. 


Noté que nuestros congéneres, quienes estaban en una mesa apartados del resto, voltearon instantáneamente hacia nuestra mesa. Ahí pude observar que escucharon la mención de Liam y prestaban estricta atención a nuestra conversación.

Por mi parte, volví mi vista a mis nuevos amigos y con ingenuidad exterioricé la duda que surgió ante la misteriosa banda de fisgones.


—¿Los Cullen? ¿Quiénes son?... y ¿Qué tienen de especial? Digo, con tanto misterio de su parte y la comparación, ya me dio curiosidad.—sonreí amigable, esperando que uno de los dos respondiera a mis preguntas. Mis hermanos no perdían de vista cada movimiento de nuestros observadores, mirando esporádicamente en su dirección.


—Los Cullen son los cinco sentados en la mesa que está alejada de las otras. A las doce.—reí por el último dato, el cual, según Liam, nos ayudaría a ubicarlos con facilidad.


—Ni siquiera tendrías que buscar, después de todo, son lo más llamativo del lugar. Se mudaron de Alaska hace algunos años.—continuó Misae. —Su padre es el doctor Cullen. Quien extrañamente aceptó el trabajo en el hospital del pueblo, por eso se mudaron aquí.—a esto, Liam, bastante cotilla, sonreía y asentía, desesperado por seguir con el chisme.


—Si, si, si. Se los presento.—me carcajeé ante su desbordante emoción. —La rubia y modelo innata y despampanante es Rosalie, el grandulón de pelo corto y negro luchador de la WWE, es Emmett.—debo admitir que eso fue gracioso, no pude contener la risa. Mis hermanos estallaron en carcajadas mientras que nuestros compañeros se reían por lo bajo, y ahí capté que utilizaban esa broma constantemente.


Dirigí mi mirada a los dos mencionados, Rosalie parecía irritada por ser el tema de la conversación pero orgullosa por la descripción de su persona. Mientras que el "grandulón" parecía divertido, a la espera de las siguientes menciones. Su mirada encontró la mía por unos segundos. Me dedicó un guiño que me hizo sonreír ladina para luego volver a prestar atención a Misae.


—La chica linda y tierna, de pelo corto, es Alice. El chico rubio que está a su lado, el que parece tener depresión, es Jasper. Es mellizo de Rosalie y se apellidan Hale.—asentí ante las descripciones breves de Misae, al parecer, y por su expresión, no le gusta tanto el cotilleo, al menos no al nivel de Liam. 

Twilight: polyamory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora