|| Chapter 10 ||

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Sostenía aquella foto con algo de fuerza, muy en el fondo, aterrada con la idea de que desapareciera de sus manos y con ella, todos los recuerdos que albergaba de sus felices días con él. 

El muchacho de pelo rubio oscuro la abrazaba por los hombros sacando la lengua hacia la cámara con burla mientras ella mantenía sus ojos cerrados y abrazando su estómago sin poder contener la risa que le provocaba la pose de su amigo. Eileen rio al recordar ese momento; estaban en una excursión a un museo en Anchorage, Alaska el cual disfrutaron bastante, ya que contaban con su mutua compañía. 

Era casi irreal la forma drástica en la que todo eso cambio, simplemente no quería creer que esos tiempos se habían ido para siempre y que ya no podrían estar juntos de nuevo. Trató de contactarlo varias veces durante los dos años posteriores a la foto que tenía contra su pecho, y llegó a esperarlo frente a su puerta varias veces, pero no tuvo el valor de enfrentarlo por miedo a lo que pudiera suceder.

Eileen se encontraba sola en su habitación alimentándose con sangre humana, la casa estaba vacía a excepción de ella, no sabía donde estaban su padre y sus hermanos pero lo prefería así para tener más privacidad por lo que haría a continuación. Cerró sus ojos concentrándose en la persona que quería encontrar, apartando la fotografía de su pecho ligeramente, aspirando el olor de la camiseta que llevaba puesta y que le pertenecía a su antiguo vecino y amigo.

Así fue durante treinta minutos. No logro ver su rostro ni escuchar su voz, o siquiera algo cercano a el. Todo era oscuridad y silencio, no lograba rastrearlo y se estaba desesperando; su cabeza comenzaba a dar vueltas hasta que vio una sombra con un destello rojo pasar entre la tiniebla que envolvía su vista, fue entonces cuando dejó de usar su don para encontrarse con su padre sentado en la cama, junto a ella, mientras la abrazaba.

El sabía perfectamente lo que ella estaba haciendo. Sin embargo, no se opuso porque sabía que ella lo necesitaba.

—¿Algún progreso?—pregunto Ethan, esperanzado. 

A pesar de haber visto de soslayo lo que parecía una luz entre toda esa oscuridad, no quería hacerse ilusiones con algo que no la llevaría a nada, porque efectivamente esa luz podría ser cualquier cosa y eso no le daría ningún indicio sobre el paradero del muchacho que buscaba. Así que negó con la cabeza mientras se dejaba mecer por el hombre.

—Igual. Desde hace un año todo sigue igual y me da miedo el hecho de que pudo haberle ocurrido algo malo.—admitió triste y asustada de solo pensarlo.

—No digas eso. Sabes que puede ser porque lave la camiseta por error, y debido al olor del detergente suprimió el aroma.—el tenía razón.

Justamente hace un año, la camiseta se coló entre la ropa sucia por error y eso hizo que Ethan la lavara como tal, sin percatarse de que era el objeto que aun mantenía intacto el olor de su antiguo dueño y que era usado por su hija para rastrear a su amigo. La pelea entre ellos fue tan fuerte que Eileen se fue de casa por dos semanas, dos semanas en las que no dejaba de llorar y lamentarse por aquello, más cuando trataba de ver el futuro del chico porque, al igual que cuando intentaba rastrearlo, no lograba ver nada. 

Era frustrante el no poder saber que el estaba sano y salvo, que se encontraba bien, con una vida humana normal y plena. Fueron tantas las veces en las que se sentaron juntos e hicieron planes a futuro; querían mudarse solos a un departamento, estudiar en la misma universidad, conseguir un empleo de medio tiempo para comprar el auto de sus sueños y poder pasear, hacer amigos con los cuales salir y embriagarse en las fiestas de las diversas fraternidades del campus, y, claro, pertenecer a una de ellas. 

Ellos nunca fueron niños normales como tal-obviando la naturaleza sobrenatural de la pelirroja-mientras otros chicos de su edad pensaban en que jugarían al día siguiente, planeaban ir por helados o jugar en el parque todo el día ellos preferían planear su futuro a lo grande. Futuro que siempre habían visualizado en conjunto, ambos en la misma sintonía; preocupados por una buena universidad a la cual asistir, una calidad de vida justa y el correcto ahorro y gestión del dinero que manejarían, incluyendo el control en gastos.

Twilight: polyamory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora