Twilight: polyamory.

|| Chapter 6 ||

El día de ayer había pasado entre regaños y cuidados por parte de mi familia y ya había amanecido. Andrew y Kasey, como lo habían planeado, quedaron de verse con Liam y Misae para pasar un rato entre amigos. No me canso de alabar la vibra de ese par, eran dos chicos parlanchines, divertidos, amables y positivos que era imposible que no cayeran bien, en realidad no encuentro ni encontrare un adjetivo en especifico para describirlos. 

Yo no pude ir con ellos debido a que mi padre me prohibió salir hasta que me alimentara como debía y yo estaba arrecia a la idea porque el quería acompañarme. Le prometí que lo haría pero aun así no dejó que fuera.

—Esto es tan injusto...—Susurré molesta. La soledad y el silencio del cuarto me ayudaban a pensar con claridad las cosas y desquitarme verbalmente, pero fui interrumpida.

—Por favor, no me quieras pintar como el malo.—resoplé al sentir la presencia de Ethan en la habitación.

—Si claro, porque privarme de la poca vida social que conseguí al llegar aquí es por mi bien.

—Te hubiese dejado ir si te hubieras cuidado debidamente, te pones muy gruñona cuando no te alimentas. Podrías tirártele encima a uno de tus amigos, mejor agradéceme.—escupió eso ultimo seriamente. Suspiré rendida porque tal vez, muy en el fondo, sabía que si tenia razón.

—Pues ya, lo siento ¿si? ¿Puedo tener privacidad?

—Eso es algo imposible.—sonrío mi padre mientras se acercaba a mi para abrasarme. —Vamos cariño, no te enfades conmigo. Lo hago por tu bien.

—Lo sé.—rodee los ojos y correspondí a su abrazo, ¿Cómo resistirse a abrazar a tu padre? El hace todo por mi, se ha esforzado mucho para poder darme la vida que tengo ahora, me cuidó aun cuando sabía que, desde el principio, estaría solo en esta etapa de ser papá. Siempre se ha esforzado por ayudarme a crecer como persona y estar ahí para mi, siempre. 

—Te quiero.—le dije sin pensarlo demasiado.

—Yo más...—dijo el hombre, con su voz bañada en melancolía.—ahora mueve tu trasero al bosque, jovencita. No lo repetiré.—lloriquee en sus brazos por eso ultimo pero no tuve más remedio que obedecer. 

—Esta bien...pero voy sola.—aseguré con seriedad, a lo que el rio.

Una vez que salió de mi habitación, abrí la gran ventana de cristal y salte hacia el patio trasero de la casa, entonces comencé a correr para adentrarme a lo profundo del bosque.