|| Chapter 11 ||

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—¿Por qué me seguiste, Jasper?


La penumbra de la habitación nos cubría, siendo iluminados débilmente por la luz de la luna que se colaba por el gran ventanal de cristal deslizable para dar acceso al balcón de mi cuarto. No llevaba cuenta del tiempo que el peli rubio y yo estuvimos hablando, luego de haberme consolado mientras mis lágrimas no cesaban, dándome palabras de aliento o simplemente reconfortándome en silencio con simples e inocentes caricias en el cabello o tiernos abrazos. Yo aceptaba cada palabra, gesto o contacto físico que me brindara, no solo porque lo necesitaba en ese momento, sino porque la sensación era reconfortante en más de un sentido. Me sentía cómoda con la cercanía y compañía de Jasper.


—Porque necesitabas a alguien que entendiera como te sientes, y ¿Quién mejor que yo para eso?—evidenció el rubio mientras pasaba sus manos suavemente sobre mi cabello, con lentitud.


—¿A qué te refieres?


—Puedo sentir todo lo que tu sientes.—hizo una pausa muy corta solo para suspirar. —Todo lo que sienten los demás.—confesó con algo de tristeza.


—Pensé que solo podías influir en los sentimientos de las personas.—bostece con parsimonia, estando recostados uno frente al otro luego de haberme calmado.


—Pero- ¿Cómo lo supiste?—no sabía por qué pero no dude en responderle.


—Lo vi en tu mente y en la de tus hermanos, pero fue confuso, no estaba del todo claro.—hice una corta pausa para fruncir mi ceño en signo de confusión. —También pude percibirlo.—dije esto último con una pequeña sonrisa.


—¿Lo percibiste?—preguntó con notable confusión, yo sonreí. Envíe suaves olas de calma que embargaron todo el cuarto, relajándonos aún más, si es que eso era posible. —Espera, ¿tú calmaste a Esme? Pero ¿como es posible que tú puedas...?—ni siquiera terminó de preguntar, se encontraba bastante sorprendido, y yo lo suficientemente agotada como para tomarlo de excusa–una bastante válida–para ignorar sus interrogantes.


 Volví a bostezar.


El me miro fijamente con una tierna sonrisa adornando sus perfectas facciones, cosa que me hizo sonreír con nerviosismo sin entender el porqué de mi reacción, simplemente dejándome llevar por la espontaneidad del momento.


Tal vez, el que Jasper me siguiera hasta aquí en cuanto vio que estallaba en llanto y no podía reprimir mi tristeza solo podía significar que se preocupaba por mi, que yo le importaba, y mientras una parte de mi se sentía extrañamente complacida por ello–por otro lado–también estaba una parte más razonable que no entendía el porqué de su comportamiento. Es decir, no nos habíamos relacionado tanto desde que llegué al pueblo, tampoco fui tolerante en cuanto se trataba a la situación de su familia, sin embargo, nunca pasé por alto las miradas fugases  que intercambiaba con el rubio, y con sus hermanos. Al igual que con Carlisle.

Era algo casi automático e involuntario, y hasta ahora no tengo en claro la razón de ello.


Twilight: polyamory.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora