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Capítulo sin editar.


Justo como dijo, a las ocho en punto de la noche, una camioneta cuatro por cuatro negra, se estacionó frente a mi puerta.

Debo admitir que estaba un poco dudoso de si era ella o no, pero en cuanto vi su cuerpo descender de la caja trasera, el alivio volvió a mi cuerpo. Lucía realmente hermosa con ese buzo negro de dos tallas más grande que su anatomía.

Una falda con volados -estilo estudiantil a cuadriller- que se asomaba por debajo del pliegue del abrigo, y converse negras altas cubriendo sus pies. Aunque, ahora que lo noto, ¿cómo hizo para saltar de la cajuela sin que se le vea algo?

Su cabello largo con leves ondas en las puntas, bailaba al rededor de su cuerpo en cuanto lo acomodaba con los dedos por un intento de peinarlo. El resto de sus amigos, que en definitiva no eran de la universidad, la observaban desde arriba con leves sonrisas como si estuvieran orgullosos de su hermana menor. O al menos ese significado destella en las córneas de sus ojos al observarla con admiración.

Chise eleva la mirada luego de acomodarse, y en cuanto la cruza conmigo, una sonrisa se desprende de sus rosados labios con timidez, y creo entenderlo, ella nunca se ha vestido así. Contagiándome en el acto ya que era una expresión muy agradable.

⎯⎯ Hola ⎯⎯ dice, una vez que se encuentra frente a mi, después de que yo haya cerrado con llave mi hogar y coloque sobre mi hombro izquierdo la correa de mi mochila ⎯⎯ ¿irás a estudiar? ⎯⎯ cuestiona con simpatía.

⎯⎯ N-no, no, yo sólo... ⎯⎯ mierda, realmente es hermosa, es decir, siempre lo ha sido, pero particularmente esta noche, parece brillar mucho más que las mismísimas estrellas en el cielo nocturno ⎯⎯ tengo el hábito de llevar mi mochila a donde sea, es como, una segunda compañía. Además de que, aquí traigo un obsequio para Jimin.

Asiente.

⎯⎯ Eres muy considerado, pero a Mimi lo que menos le importa son los regalos, él prefiere que sus amigos se diviertan y guarden un lindo recuerdo ⎯⎯ concluyó, metiendo sus manos dentro del bolsillo canguro del buzo.

⎯⎯ ¡Vamos, tortolitos! ⎯⎯ la voz de YoonGi -descubrí su nombre el día en que los encontré en la entrada esperando a la menor- nos sorprende de inmediato, haciendo que ambos giremos en su dirección. Encontrándonos a éste sobresaliendo en el lugar del copiloto ya que otro era quien manejaba ⎯⎯ ¡los minutos pasan rápido!

Chise deja fluir una pequeña risa nerviosa.

⎯⎯ Bien, ya oíste al gruñón, Jungkook; hora de irnos.

Respondo con mi cabeza afirmativamente, caminando por detrás de ella al ser mi guía. Sin embargo, una vez que nos acercamos a la caja de la camioneta, donde cuatro chicos se hicieron a un lado para hacernos lugar, cubro mis ojos en cuanto noto que la pelinegra, eleva su pierna para hacer hincapié sobre la base y así cruzar la dichosa puerta de metal.

Segundos trascienden, en que nuevamente su voz ocupa el silencio, ocasionando que quite mis manos de la cara para observarla confundido. Tanto ella como los masculinos, sonríen entre sí.

⎯⎯ Tranquilo, Jeon, tengo un short por debajo de la falda, de lo contrario, ni loca me sentaría aquí atrás con estos pervertidos ⎯⎯ los señala, teniendo como respuesta quejas de los mismos, aunque claramente, con juego de por medio.

Coloco mis manos en los bordes del objeto, haciendo impulso con mis brazos hasta lograr colocar mis pies sobre el guardabarros trasero, cruzando mi pierna izquierda, para luego hacer lo mismo con la derecha. Busco con la mirada un espacio entre los habitantes luego de haberlos saludado, y me siento cómodamente en lo que, Chise, se sienta a un lado de mi cuerpo.

𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖 | 𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora