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2021, octubre, lunes 25

La semana comenzaba, y técnicamente era como empezar de cero después de una trayectoria exhaustiva.

Los lunes fundamentaban el inicio de lo que sea que quisieras hacer: el lunes empezaré la dieta, el lunes haré ejercicio, el lunes volveré a retomar las clases, el lunes, el lunes, el lunes.

Este dichoso día abarcaba en mi persona finalmente fuera del hospital para observar a Jungkook en pleno entrenamiento ya que pidió por mi presencia como una especie de apoyo para sentirse seguro a pesar de que tenía a su entrenador y miles de compañeros en los alrededores. Que por cierto, no es como si me molestara, al contrario, era un buen momento de distracción para no estar pendiente de mis heridas que aún cicatrizaban al paso de una tortuga.

Los directivos pidieron que no asista a las clases hasta que tenga una mejoría, y eso implicaría estar encerrada en casa con los pensamientos nubosos, cegados, negativos, a más no poder ya que tampoco es como si tuviera tantos ánimos de hacer actividades escolares que mantengan mis preocupaciones ocupadas. Además de que, no estaría concentrada al cien por ciento.

Mis auriculares ocupan mi audición en su totalidad, sólo escucho La tormenta de arena de Dorian mientras que juego a adivinar que es lo que dicen los labios de mi amigo en respuesta a su mánager.

Mi ubicación se encontraba en las pequeñas escaleras que ascendían hacia el segundo piso, posicionando mis codos sobre las rodillas y el mentón sobre los talones de las manos. Mis ojos pendientes del físico ajeno y es ahí cuando vuelvo a sentir la extraña sensación en mi estómago que hace que mis mejillas se vuelvan teñidas por un rosa tímido.

Las expresiones faciales de Jungkook se asemejan a lo serio, a la quijada apretada por la tensión, al ceño fruncido, al cabello semi-largo siendo pegado en su frente por la transpiración. Los músculos marcando cada recorrido de sus movimientos en bruto y las piernas estáticas cada vez que sus puños golpean contra la bolsa. Cuanto más lo observo, siento que conozco algo más de sus rasgos que a simple vista no son admirados como debería ser.


Pero ahora tú cabeza

Es una tormenta de arena

Y cada noche una espiral

Esta canción estaba haciéndome sentir culpable de cierta forma. Es como si ella supiera la respuesta que busco para entender qué es lo que me sucede con él y porqué no puedo verlo de otra manera. Con decir aquello, me refiero a que hace mucho tiempo dejé de considerar a Jungkook como tal aunque muy en el fondo de mi alma procuraba negarlo.

Sonrío en respuesta en cuanto él gira hacia mi dirección y levanta la mano pese de ya saber que estaba aquí. Cada cierto tiempo, el azabache miraba en mi puesto y creo que es para comprobar el que no me haya ido.

Y cuando llega el nuevo día

Me juras que cambiarías sí

Pero vuelves a caer

Te dolerá todo el cuerpo

Me buscarás en el infierno

Porque soy igual que tú

He tratado de cambiar mis pensamientos porque no quería arruinar lo que tenemos, Jungkook. No quiero dejar de pensarte como un amigo pese de que hace mucho tiempo dejé de verte así. Dejé de verte como un amigo porque yo... por favor, no me odies si un día te enteras de mis sentimientos, sé que no soy la ideal porque somos iguales; ambos sufrimos, ambos tenemos un pasado oscuro, ambos tenemos personalidades tóxicas que son mal vistas en la sociedad, no obstante yo... me enamoré de ti aunque no quería.

𝐘𝐄𝐋𝐋𝐎𝐖 | 𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora