El humo de su cigarro era lo que prevalecía en aquella vieja azotea de la universidad.
Siendo el mismo que acariciaba la piel de sus labios al ser expulsado de sus pulmones en cuanto terminaba de hacer el típico recorrido en su sistema interno.
Ta...
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2021, noviembre, miércoles 17.
Jungkook...
Mi nombre resuena en mis oídos delicadamente, como una melodía melancólica proporcionada por las suaves teclas de un piano.
Despierta, Jungkook.
Mis párpados dejan de ejercer presión para intentar abrirlos, pero el sueño parece ser más fuerte ya que aún así es imposible ejercer la actividad que esa voz quiere que haga.
Mírame, Jungkook, mírame...
Estoy aquí, junto a ti.
Siento una mano fría sobre mi rostro, que sube y baja por mi mejilla causándome escalofríos. No es el toque que esperaba, este no era cálido, más bien tenía un sentido contradictorio a lo que me proporcionaba. Me sentía a gusto pero con cierta incomodidad.
Abro los ojos lentamente; estaba en mi hogar, con las paredes llenas de verdín por el tizne del humo anterior. El suelo complementado por los rotos vidrios de las ventanas. El olor era nauseabundo, era como si este lugar estuviera abandonado hace miles de años, como si un animal hubiera muerto aquí hasta que su cuerpo se desintegró junto con la humedad.
⎯⎯ Al fin despiertas, cariño.
Mi corazón palpita rápidamente, siento que hará un agujero en mi pecho para así escapar de mi cuerpo por la puerta principal. El escalofrío recorre mi anatomía de pies a cabeza, puedo sentir que los vellos de mi nuca se erizan.
⎯⎯ ¿Mamá?
Mi voz sale de mi garganta como puede, tal vez mis cuerdas vocales están rotas; el titubeo de mis labios y palabras ocasionan que esas cuatro letras se suavicen en los oídos contrarios, no con felicidad, sino con temor.
⎯⎯ Te he extrañado tanto, ¿qué haces durmiendo en el sillón de la sala? te dije muchas veces que no es sano para tu espalda.
Observo la posición en que nos encontramos: ella está sentada en el borde del mueble mencionado, mientras que mi cuerpo se aloja en forma fetal sobre el mismo. Lo insólito es que no es acolchonado, sólo está compuesto por el esqueleto de la madera ya que fue consumido por las llamas. Entonces, ¿qué hago aquí? ¿por qué está pasando esto?
⎯⎯ Mamá, tú... estás aquí, esto no es real.
⎯⎯ Claro que lo es, es muy real, estoy aquí como siempre has querido ⎯⎯ presiona con una sola mano mi quijada haciendo que eleve la cara. Suspira ⎯⎯ hijo mío, has crecido tanto, eres todo un hombre.
¿Aún estaba durmiendo o simplemente es otra alucinación? ella se ve diferente, grotesca, como si tuviera un sabor amargo entre medio de los labios que no le permite expresarse como quisiera. Siente rencor hacia mí, desprecio, enojo, cualquier sentimiento que se asemeje al odio.
