Quizá si. Quizá no.

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---¿Piensas que eso solucionará las cosas? - reprime Shikamaru, haciéndose un masaje en la sien.

Un gruñido sale de sus labios ante la respuesta de Naruto.

---Deberías pensarlo mejor. Odio esa parte de ti que no piensa las cosas dos veces - reprocha.

--- Te estoy pidiendo esto como mi abogado, no como mi amigo. Haz lo que digo - Shikamaru estaba por reprochar pero el rubio cuelga la llamada.

---¡Mierda! - exclama, sujetando el teléfono con la línea muerta, en su mano.

---Te he dicho que no digas groserías en casa - regaña su esposa cuando entra a la sala.

---Lo siento Temari. Solo que Naruto me ha pedido algo y creo que no está tomando una buena decisión - comenta el pelinegro, cabizbajo.

La chica sonríe, compasiva y abraza a su esposo.

---Si Naruto te lo ha pedido porque confía en ti, si él está tomando una mala decisión, él lo sabrá a su tiempo, así que haz lo que te ordeno y no metas tu nariz donde no eres llamado ¿Bien? - pincha su mejilla con cariño. Shikamaru bufa molesto pero sin darle la contrataría a su esposa.

---Cómo digas amor - dice de mala gana, Shikamaru ---pero aún sigo pensando que está cometiendo un error, sabes que solo quiero que sea feliz - dice sincero.

---Lo sé. Pero cada quien busca su felicidad y si él piensa que al tomar esa decisión, sea cual sea, va hacer feliz, está bien, eres su amigo y tú deber es apoyarlo - dice inclinándose para dejar un beso en la mejilla del alfa.

---Tienes razón - acepta ---no puedo hacer nada, aún cuando desea entrometerme, no debo.

Abraza a su esposa y piensa que tiene en mente su rubio amigo.



[...]

---Insisto, deberías ir conmigo,así pasas saludando a tu hermano - el pelinegro cierra su portafolio y se gira para ver a su esposa, que está de pie en la puerta.

---Sabes que Gaara me odia - asegura.

---Es tu hermano y no creo que te odie -se acerca lo suficiente para darle un golpe en la frente a su esposa.

Pasaron dos días luego de aquella llamada de Naruto dándole a saber que es lo que quería que fuera en aquel documento y ahora tiene todo listo para ir a ver a Sasuke.

---Oh claro - dice con sarcasmo --- la primera vez que lo fui a buscar me lanzó el rodillo, la segunda vez me tiró una bandeja - enumera.

---La segunda vez no fue tan mala - comenta.

---La bandeja estaba caliente porque acababa de ordenar galletas - le recuerda --- y la tercera vez... Oh la tercera vez hizo algo mucho peor. Me ignoro, mientras yo hablaba él hacía como si no estuviera allí - lo último lo dice con tristeza.

Shikamaru se sintió mal por hacer sentir a su esposa de esa manera. Sabía que la relación de ambos hermanos no era buena. Sabía que su esposa tampoco era la buena o la víctima por parte de Gaara. Era todo lo contrario. Gaara era el lastimado en toda esa historia.

---Lo entiendo. Le mandaré tus saludos - besa la frente de su esposa y con una leve despedida se marcha.

En todo el trayecto se imaginaba un sin fin de escenarios y en todos algo salía mal. Apretó el volante y trago saliva cuando se estacionó en aquella enorme casa.

Bajo del auto y aflojó un poco su corbata, la sentía tan ajustada o quizá solo era la tensión del momento. Los empleados lo recibieron pero antes de subir con Sasuke, paso primero a la cocina, dónde de seguro estaba cierto pelirrojo. Y no se equivocó, Gaara estaba tarareando una canción desconocida, mientras movía su cadera al ritmo de su tarareo.

Incondicional [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora