Volveré A Verte [#1] NUEVA VERSIÓN

CAPÍTULO 6

Leila

Me preparé para cualquier escenario que se pudiera presentar ante mi encuentro con Jacob, me cree un perfil falso en la redes, hice que Abigail tuviera una identidad ante la sociedad para no levantar sospechas por si me investigaba, algo que si estaba segura que hizo.

Pero lo que acaba de soltar rompe cualquier fachada que haya creado pillándome por sorpresa, sus ojos marrones brillando bajo la oscuridad me ponen nerviosa, es como si pudiera ver adentro de mí, dejándome desnuda ante él.

Su sonrisa crece al ver mi rostro asombrado logrando que no pueda conjugar ninguna sola palabra. Intentando miserablemente la jugada de la ignorancia.

—¿De que hablas?— finjo no saber nada intentado una forma patética de que mi rostro oculte mi asombro aunque ya sea demasiado tarde.

—¿Seguirás jugando entonces?—Su sonrisa atractiva crece y las ganas de darle un puñetazo para que lo borre son insoportables, pero mantengo mi papel.

—No entiendo tus palabras, ni siquiera se quién es la tal Leila Miller por la que me estás comparando, ¿Acaso es una ex novia tuya?— ¡Dios! Soné tan convincente que hasta yo me lo podía creer, incluso veo la vacilación en los ojos marrones de Jacob por un segundo.

—Muy buena actriz, no me sorprende que sepas manipular a tu antojo Leila, pero porque no te quitas la puta máscara de una vez.— Su tono ya no es juguetón como hace unos segundos, ahora su rostro se muestra serio sin una pizca de gracia en ello.

—Mi nombre es Abigail, si no lo logras comprender entonces no tengo nada mas que hacer aquí.— Salgo de sus brazos yendo directamente hacia mí moto maldiciendo por no salir las cosas como yo quería.

Pero no doy ni siquiera dos pasos cuando su mano me topa del brazo y hago uso de todo mi razón para no voltearle la cara con una cachetada y sacar mi arma escondida en mi bota.

Inesperadamente y dejándome sin palabras me atrae a su pecho, por instinto pongo mi mano en su pecho y él toma la ventaja de poner su mano en mi cintura presionándome más a él sin dejarme una salida de su agarre.

—¿Qué haces?—Me maldigo cuando mi voz sale sin aliento, mi pecho sube y baja cuando su boca está a escasos centímetros de mi boca y no se le motivó pero me siento tentada en acabar con ese pequeño espacio.

—¿Por qué no dejas la falsa de una vez?— Su voz es baja pero sexi, sabe cómo ser atractivo para su conveniencia y mi cabeza está tan nublada por la ganas de besarlo que por poco suelto la lengua.

—Ya te dije que no se de que demonios hablas.—Estamos tan cerca que el movimiento de mis labios rozan con los de él.

—Muy bien, si así lo deseas.— Sus ojos bajas a mi escote donde se alzan mis pechos y su dedo sigue el valle de estos y se lo que está jugando, a pesar de estar tentada no caigo en su maldito juego.