Volveré A Verte [#1] NUEVA VERSIÓN

CAPÍTULO 8

Leila

Muevo mi pierna de manera desesperada haciendo sonar la punta de mi tacón sobre la pulida madera costosa de la recepción, la mujer al otro lado del mostrador me mira como si hubiera asesinado a su mascota y cada vez que mi tacón suena frunce aún más los labios.

Veo que me observa con desdén, como si yo fuera una suciedad en la habitación que necesitara sacar con urgencia, hay envidia en sus ojos que me recorre desde mis costosos tacones de punta hasta mi camisa blanca de manga larga.

Me vestí de manera apropiada para venir a una exitosa empresa, los vestido negro corto con botas largas de puntas no serían muy apropiadas para este lugar, si de por sí vestida como ejecutiva me miran como si fuera inferior a ellos no me quiero imaginar si me vieran vestida como normalmente lo hago. Hago sonar más fuerte mi tacón con toda la intención de molestarla aún más y lo consigo, su mirada arde de coraje.

La puerta doble se abre dejando ver la figura alta de mi padre con su traje gris de tres piezas hecho a su medida, se arregla al costoso reloj y me ve sin una pizca de cariño, me sorprendería si lo hubiera.

Su secretaria de inmediato se pone de pie y sus ojos tienen un brillo de amor que sin duda no debería de ver si solo fueran jefe y empleada.

—Señor Miller, está mujer— hace una mueca cuando me menciona y ni siquiera me ve—, Dijo que usted la llamo pero no la tengo agendada.

Lo dice sonando más un reproche, James ni la repara, sus ojos solo se centran con los míos y hace un movimiento con la cabeza señalando que entre.

Me pongo de pie sonriéndole victoriosa a su secretaria que me lanza dagas totalmente lastimada por no obtener la atención de su jefe.

—Que nadie me interrumpa.— Ordena con la voz ronca mi padre.

Pasa a su lado sentándome en el sillón omitiendo saludarlo.

—Jamás pensé verte arreglada profesionalmente.

—Estoy aquí como la dueña de una empresa y encargada de tu seguridad— Saco de mi bolsa la carpeta —, aquí está el informe de los cambios en cuanto a la seguridad de las empresas y la de ustedes, debido a las recientes amenazas dirigidas a la familia Miller.

—Muy bien— apenas lo hojea antes que poner toda su atención en mí, aventando a un lado la carpeta—, Necesito que hagas otra cosa.

—¿Qué cosa?

—Necesito el informe sobre los movimientos de Jacob Davis.

Me pongo rígida, mi rostro severo se mantiene a pesar de sentir los latidos de mi corazón retumbar en mis oídos.

—Mi gente se está ocupando de eso, cuando tenga un informe mas detallado te lo hare saber.

—¿Pensé que tú te encargarías de ese trabajo?— inclina la cabeza estudiándome.

—Lo pensé pero no eres la única persona con quién trabajo, tengo que supervisar la seguridad de gente mucho más importante y no tengo tiempo para ser tu espía personal.

—Si es así, ¿Cuánto dinero necesitas para solo enfocarte en esto?— Se dirige a su escritorio sacando su chequera y bolígrafo.

 Levanta la mirada cuando no respondo arqueando una ceja.

—¿Cuánto, Leila?

—¿De verdad crees que se trata de dinero? Tengo mucho mas de lo que tú podrías ofrecerme, el dinero no es un problema ahora, así que no voy aceptarlo.

—¡Maldita sea!— golpea sus puños contra su escritorio causando que caigan muchas cosas de el, mi padre muy pocas veces pierde la calma, ante me provocaba miedo, ahora solo alzó la barbilla sin dejarme intimidar— ¡Te pago a ti y a tu maldita empresa, deberías tenerme contento y hacer lo que te ordenó!