Volveré A Verte [#1] NUEVA VERSIÓN

CAPÍTULO 13

Leila Miller

Años atrás

—¿Estás segura de ir?— Mi hermana está muy preocupada, no muy convencida de mi salida.

Ruedo los ojos de nuevo, cansada de la misma pregunta.

—Si, si, he salido en las noches por meses, no entiendo porque está vez sería diferente.

—Pues por el simple hecho de que está vez es más tarde de lo acostumbrado y pidió verte con urgencia.

—Lo escuchaste, dijo que tenía algo importante que decirme.

La forma en la que me hablo me dejó pensando durante horas, solo espero que no sea para terminar nuestra relación, ha sido la mejor relación que he tenido en mucho tiempo y lo que más me gusta es que yo decidí estar con él y no porque mis padres deseen tener una alianza para aumentar la fortuna de la familia. Tampoco es como si lo necesitaríamos, mis abuelos hicieron un excelente trabajo y multiplicaron la fortuna para mantener más de ocho generaciones pero parece que eso no es suficiente para mí padre.

—¿Haría alguna diferencia si te pido que no vayas?

Dejo caer el labial sobre el tocador, mirando por el reflejo a mi hermana sentada en mi cama, sus ojos color miel exactamente iguales a los míos están llenos de angustia, su expresión afligida causa que dude de mi decisión. Sonrió para tranquilizarla.

Voy con ella y me siento a su lado, la atraigo hacia mí abrazándola fuerte, es mayor que yo pero es la mas sensible de las dos.

—¿Por qué no quieres que vaya?

—Tengo un mal presentimiento, de verdad agradecería mucho que no fueras, por favor.— Su voz se corta por las lágrimas, me acaricia el cabello con tanto cariño como cuando lo hacía de niña.

—Necesito ir.

Niega aferrándose a mí, inhaló su perfume florar intentado tranquilizar el revoltijo de emociones que me golpean en el pecho.

Nos quedamos en esa posición durante varios minutos, aferrándonos una a la otra hasta que mi celular suena indicando que ya es hora.

—Si esa es tu decisión, lo respetaré.— Me acaricia la mejilla, las lágrimas estropeando su delicado maquillaje. —Pero avísame si necesitas cualquier cosa, ¿Si?

—Serás la primera persona que llamaré, lo prometo.— Pongo mi mano derecha en mi corazón.

—Eso espero.— Peina mi cabello con sus dedos, arregla la sudadera blanca que alguna vez fue de Santiago. —Quiero que lleves algo, espera un momento.

Sale corriendo lo más rápido que sus tacones le permiten, Daila saldrá con mis padres a una cena benéfica a la cuál nunca estoy invitada así que hace perfecta la salida que tengo planeada.

Me veo en el espejo intentando controlar los nervios que me invaden, es una noche muy fresca por lo cual opte por llevar la sudadera de Santiago y una pants para poder aguantar el frío.

Mi hermana regresa con una sonrisa, aún puedo percibir sus dudas pero no comenta nada más. Sus manos estan atrás de su espalda.

—¿Qué traes ahí?— pregunto curiosa.

—Esto es una bayoneta, una ak47.— La tomo con cuidado, se ve tan filosa que no quiero cortarme por accidente.— Era de nuestra abuela Flor, quiero que lo tengas tú y lo lleves hoy.

—Pero te lo dejo a ti.

—De todos modos yo no sé utilizarla, nunca me gustó aprender y tú eres muy buena con el manejo de las armas, incluso mejor que Noah.