❝Hacerte ir al cielo es fácil.. Yo te llevaré al infierno❞
✞ Adaptación PERMITIDA.
✞ Historia original por @ForgetKDD, ¡mUCHAS GRACIAS POR DEJARME ADAPTAR TU BELLÍSIMA HISTORIA! ❤
✞ Enfermedades y trastornos mentales, tal vez no demasiado apto para...
Contenido +18 ——> “¿Qué quiere el pueblo? Sexoo” consensuado, aunq también muy infiel.
A quien no le guste o incomode, puede adelantar hasta el próximo separador para no perderse el hilo de la historia con HyunJin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un suave gemido ahogado abandonó sus labios al sentir en su mano el nuevamente despierto miembro del azabache.
¿Es mucho? Probablemente, y eso que apenas vamos empezando.
Felix no podía pensar con claridad. Sentía que le faltaba el aire de una forma aterradoramente satisfactoria, y su cuerpo actuaba sin su consentimiento, incitándolo a mover su palma contra la excitación del más alto.
Sabía que estaba mal, sabía que no debía hacerlo, que ChangBin no se lo merecía y que en ese preciso instante estaba cayendo en lo más bajo de un ser humano emparejado. Se aborrecía profundamente, de verdad lo hacía, pero no podía apagar las ansias de continuar que se avivaban en su interior cada vez con más intensidad.
No había vuelta atrás.
Sin razonar, como quería hacerse creer que llevaba haciendo hasta hace un segundo, se lanzó contra los labios del menor lleno de furia y un impulso libidinoso que casi podía sentirse en la fuerza del beso que ahora compartían. Con toda la intención de ello, llevó al azabache a su cama, empujándolo hasta que este quedó sentado en la orilla con él en su regazo a horcadas.
Todo con un HyunJin genuinamente sorprendido, porque esperaba y podía asegurar que Félix caería ante él.. Pero no de esa forma.
─ Pero, doctor ¿Qué pasó con el “No soy como los demás”? ─ cuestionó el más alto con sorna, apretando la cintura del pelirrojo en una muestra tangible de la lujuria que le recorría entero.
─ Cállate y vuelve a besarme.
─ Lo que desees, doc ─ sonrió de lado, atacando los labios ajenos con pasión contenida.
No pensaban en ética, en el profesionalismo que Felix debía mostrar ni tampoco en la empatía que debería sentir HyunJin por la pareja que sabía que su médico tenía. Nada de eso importaba, nada en el mundo importaba, sólo eran ellos dos, prisioneros del más desenfrenado deseo que alguna vez habitó en sus cuerpos.
Sus labios no se separaron mientras jadeos salían muestra del, aunque levemente escaso, arrollador placer que comenzaba a burbujear en su interior debido a la creciente fricción en sus erecciones.
El pelirrojo no podía hacer más que frotarse vergonzosamente contra su menor, presa de toda el hambre lasciva que llevaba guardando desde semanas atrás, y HyunJin por su parte sólo atinaba a dar falsas embestidas moviendo su cadera hacia arriba, dejándolos deseosos de más. Ambos pares de manos viajaban sin pudor por el cuerpo ajeno con casi perversas ganas de quedarse marcadas en él, conocerlo a fondo.
