『1O』

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Con un gran y áspero suspiro, Felix se lanzó a su cama con el pesar de su conciencia, y quizás sólo quizás (nada de quizás, es la verdad) un agradable cosquilleo en su estómago

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Con un gran y áspero suspiro, Felix se lanzó a su cama con el pesar de su conciencia, y quizás sólo quizás (nada de quizás, es la verdad) un agradable cosquilleo en su estómago.

Todo ese día pasó por su cabeza, desde que se levantó y gruñó por un inhumano dolor de cabeza, hasta ese momento en que se desparramó en su colchón con ganas de dormir tres meses seguidos.

Su mente le jugó en contra siendo una mala compañera al mostrarle lo ocurrido con su paciente como si se tratase de una película, clara y jodidamente explícita, lo cual en serio era una prueba de que se odiaba a sí mismo, pues por mucho que lo intentara no podía decir qué había desayunado esa mañana, pero obvio que sí podía recordar con lujo de detalle las acciones que él le permitió llevar a cabo a cierto azabache.

Mierda, Hwang HyunJin..

Lamentable y afortunadamente, sí, así de contradictorio como suena, era capaz de revisar en su memoria todo lo que había pasado: esas manos en su cuerpo sin llegar a ser demasiado atrevidas, esos labios gruesos y rojizos acercándose tentadoramente a los suyos esas palabras tan malditamente atrayentes. Y sobre todo..

Esa sonrisa.

Debería ser pecado sonreír de esa manera, joder.

Estaba en una especie de shock que muy en el fondo le gustaba, divagando en ese momento que no debía volver a pasar pero que entraba en uno de los mejores en su vida a pesar de haber sido tan corto.

Gracias al cielo y como salvación a su cordura una voz melosa lo sacó de sus algo impuros pensamientos. Ese hecho dejándolo con un sonrojo que no sería tan notorio de no ser por sus múltiples pecas.

─ Lix ─ movió todo el escenario mental que ya se había creado mandandolo a lo más profundo de su memoria y sonrió en dirección al dueño del llamado ─ ¿Estás bien? Te grité desde la entrada y no respondiste.

─ Estoy bien, sólo algo cansado ─ se levantó plasmando en su rostro una expresión tranquila y alegre ─ ¿A qué hora llegaste?

─ Hace segundos, literalmente ─ rió acercándose al menor tomándolo por la cintura ─ ¿Y tú?

─ Minutos ─ correspondió al gesto colocando sus brazos al rededor del cuello ajeno, sintiendo unas suaves caricias algo sugerentes en su cadera ─ veo que me extrañaste, ChangBinnie.

─ Mucho.. ─ con un aura de relajación y picardía se acercó a los labios del más alto, uniéndolos con los suyos.

Despacio y dulce, apasionado y quizás algo húmedo. Así podía ser descrito el lindo beso que compartían. La sincronía y la lentitud de ambos era admirable, creando una atmósfera inevitablemente erótica entre los dos. Disfrutaban de la calidez bucal contraria, moviéndose familiarmente en ella y dejándose llevar por la conocida sensación.

『My Hell』៸៸【SKZ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora