『My Hell』៸៸【SKZ】

『O4』

Qué ameno era sentir ese fabuloso dolor en tu cuello cuando intentas moverlo luego de una maravillosa mala posición al dormir ¿No?

─ Uhg, maldición ─ intentó darse un masaje en la zona afectada para poder disipar ese horrible malestar con el que amaneció, pero no tuvo éxito alguno.

¿Por qué no me especialicé en fisioterapia?..

Aún así, en general ser médico no es demasiado sano si duermes en una oficina luego de un turno endemoniadamente largo, y se los dice Félix, uno de los mejores psiquiatras de ese hospital.

Después de despertar a las cuatro de la mañana con ese tipo de dolencia, no pudo liberarse de ella ni si quiera cuando volvió a su hogar y tomó una relajante ducha con agua caliente, ni mucho menos luego de regresar a su siguiente turno con una compresa fría descansandole en el hombro. Por ello y con mucho dolor en su corazón tacaño, decidió que debería pagarse una cita en un spa o alguna cosa así que tenga incluido un masaje, sino el estrés acumulado en su espalda iba a matarlo.

Pero no tenía mucho tiempo para pensar en ello.

Ya era hora de conocer en persona a Hwang HyunJin.

Suspirando y moviendo su cabeza aún en un intento de eliminar su ligero suplicio matutino, entró a la habitación XXXVIII con su habitual expresión sería y sin sentimientos.

─ Buen día ─ saludo, seco y sin vacilaciones ─ soy el doctor Lee Félix.. Y debería colocarse la camisa ─ observó el bien formado abdomen de su paciente para después desviar la dirección de sus pupilas a la esquina del cuarto ─ veo que no hay silla.. Pero hay algo mejor ─ se acercó lentamente al sofá con una pequeña y casi invisible sonrisa.

─ Hola, doctor ─ sonrió divertido el azabache, sin ganas de cumplir la petición ajena.

─ Muy bien, HyunJin ─ se acomodó en su lugar ─ quiero saber de ti, y no me importa si no quieres hablar, puedo investigar por mi cuenta y lo sabré de todos modos ─ una falsa sonrisa adornó su rostro dos segundos ─ así que coopera.

HyunJin rió con sorna ─ ¿Qué quiere saber, doctorcito?

Le parecía interesante y sumamente entretenido lo frívolo que el pelirrojo parecía ser, en especial porque contrastaba de forma drástica con el.. Bonito rostro que poseía, aunque decirlo así de simple era un eufemismo.

─ Me sería de ayuda saber todo ─ dijo con un tono un tanto más curioso ─ especialmente desde donde comenzó, pero si prefieres puedo sólo hacerte preguntas.

─ Sólo pregunte ─ chasqueó la lengua restándole importancia y se acostó en su cama.

Félix sacó su libreta y una pluma oscura bastante linda ─ ¿Cómo murió tu madre?

─ Accidente automovilístico.

─ ¿Dónde estabas cuando eso sucedió?

─ Con ella.