『My Hell』៸៸【SKZ】

『12』

Esto es continuación del último capítulo MinSung.. Una disculpa por el retraso, voy a actualizar más rápido loprometo.

Han JiSung nunca fue una persona del todo segura consigo mismo, podría decirse que su cariño propio no era el mejor ni de lejos, pero se aceptaba y se tenía cierto aprecio como él creía que era.

De todas formas, tener un sonrojo abrasador que abarcaba parte de su cuello hasta sus orejas no era algo que le diese mucha confianza, mucho menos estando frente a Lino quien, burlonamente, mantenía sus comisuras elevadas en una sonrisa que lo atacaba de una forma muy directa.

Sus ojos vagaron velozmente por toda la habitación, evitando sin mucho éxito conectarse con la mirada del peligris. Este, de hecho, se esmeraba en observarlo profunda y juguetonamente, sin darle una tregua a su acelerado pulso ni a su mente en busca de alguna respuesta coherente.

─ No debes responder si tu débil corazón no te lo permite ─ habló al fin el más alto, sacándolo de un posible infarto ─ de cualquier forma, sé que digo la verdad.

─ N-no he confirmado nada.. ─ se excusó pobremente bajando la cabeza, centrando su atención en sus deditos.

─ Por mi parte, no es necesario que confirmes nada, no puede ser más evidente, digo, ese parecido a una fresa que tienes en este momento me lo dice todo.

Por inercia, JiSung se llevó ambas manos al rostro sintiendolo caliente. No podía estarle pasando eso, no frente a Lino de todas las personas existentes.

─ P-pero.. ─ murmuró bajo ─ ¿Él dijo que le gusto? Ya sabes, explícitamente.

El interés no puso resistencia alguna, se le resbaló en sus palabras inundandolas del sentimiento emocionado de una colegiala enamorada.

Que no lo estaba, dejándolo en claro.

─ No, pero tampoco tiene que hacerlo, es jodidamente obvio ─ se mofó un segundo de la mueca emocionada que el rubio no pudo esconder ─ ¿Por qué? ¿Acaso te importa?

─ N-no, claro que no ─ se levantó, alejándose lo más que pudo del menor ─ él es mi paciente y yo su médico, es una relación estrictamente profesional, sólo eso.. Nada más.

─ ¿Seguro que no lo dices para convencerte a tí mismo, Han?

La sonrisa que tenía en sus labios irritaba al más bajo en demasía, porque muy en el fondo sabía que decía la verdad, que negándolo únicamente retrasaba lo inevitable, y Lino no cabía en su diversión.