Angela estaba demasiado nerviosa. Ethan ya estaba en su cama dormido, como se lo habían ordenado, pero estaba nerviosa. Una chica de tan sólo quince años renunciando a su trabajo. ¿Qué podía salir mal?
Finalmente se escuchó el auto del señor y la señora Perkins estacionarse. Angela esperaba ansiosa en el sofá mientras se preparaba. La puerta se abrió y ambos entraron con normalidad.
-Oh, hola, Angy. Creí que ya te habrías ido- saludó la señora Perkins de forma amable. Angela le sonrió y se puso de pie.
-Disculpe, señora, ¿puedo hablar con usted? -pidió Angela tímidamente. La señora aceptó y ambas se sentaron en el sofá. -Escuche, de verdad aprecio muchísimo que me haya dejado trabajar aquí. Ethan es un niño tan lindo y ha sido muy divertido, pero, tengo que concentrarme en mis estudios si quiero conseguir esa beca- explicó Angela. Realmente se sentía apenada de tener que renunciar tan pronto.
-Oh, vaya. No puedo decir que no lo veía venir. Ethan ha estado tan feliz desde que comenzaste a cuidarlo. Espero que lo tome bien- dijo la señora Perkins con algo de tristeza. Le agradaba la chica, pero no podía obligarla a quedarse. -Ha sido increíble tenerte por aquí, pequeña. Te vamos a extrañar- dijo la señora casi llorando. Ambas se abrazaron cálidamente y se quedaron así por unos instantes. Le dieron a Angela su último pago y se fue.
Tras ponerse su sudadera y tomar su mochila, se acercó a la puerta y la abrió, lista para marcharse, sin embargo, miró hacia atrás, donde estaba la escalera. Suspiró al recordar la primera vez que entró por la puerta, y Ethan tímidamente bajaba la escalera para conocer a su nueva niñera. Una lágrima rodó por su mejilla al recordar ese tierno momento, pero tenía que irse. Lo iba a extrañar sin duda...
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Asalta cunas
RomanceE.J. es un novato en la universidad, Angela es su estudiante guía. Todo normal, pero, ¡Ella era la niñera de él! ¿Coincidencia? Es lo que sabremos...