Mientras caminaba rumbo a su siguiente clase, Angela no podía sacarse a E.J. de la cabeza. Había tantas posibilidades entre ellos. Ya no eran niños, y ya no estaban atados por horarios ni padres estrictos. Ya eran adultos y podrían tomar decisiones de adultos. Mientras pensaba en todo eso, sabía que estaba dando brinquitos como una niña pequeña. Sus dulces pensamientos fueron interrumpidos por el fuerte sonido de una bofetada. Al voltear en la dirección de donde provino, vio a Josh siendo regañado por otra persona que le daba la espalda, pero su voz era muy familiar.
-Aprende a comportarte, maldita sea. Ya tienes pelos en las bolas. Deja al mocoso en paz y a la chica también. Padre no va a seguirte aguantando. Ahora lárgate -ordenó el sujeto. Josh se alejó de ahí en silencio mientras se sobaba la cara. Al darse vuelta, Angela lo reconoció e hicieron contacto visual. -Oh, Angy. Ha pasado tanto. Que gusto me da verte- dijo él de forma tranquila, contrastante con su enaltecido tono anterior.
-Lo mismo digo, Nick...- respondió ella de forma tímida. Se veía tal y cómo lo recordaba. Siempre vestido de forma deslumbrante y a la moda, con una misteriosa sonrisa. Su cabello y profundos ojos negros seguían siendo hipnóticos para ella, a pesar de lo sucedido. -Te ves...bien -comentó.
-Tú no te ves nada mal. Sigues...bueno, sigues siendo tú misma- respondió de forma torpe. La incomodidad era palpable. Su relación no acabó en las mejores circunstancias, pero, no se odiaban. En palabras de ambos: "No fue culpa de ninguno, sólo no funcionó". Dios, ella aún recordaba vívidamente el día que rompieron.
-Así que...Josh es tu hermano- dijo ella de forma vaga. Nunca lo supo cuando estaban juntos, pero por alguna extraña y retorcida razón, no le sorprendió como debería.
-Lamento que hayas tenido que ver eso. Y lamento mucho que sea así. Realmente vive atrapado en una fantasía de algún adolescente. -replicó. Se notaba el arrepentimiento en sus palabras. De nuevo quedaron en silencio. Era mucha incomodidad y realmente ninguno sabía como zafarse de ahí sin ser grosero.
-Te...te veo luego. Voy tarde a clases- dijo ella de forma evasiva y retomó su camino.
-Entiendo, aunque...quizás podamos salir un día de estos. Ya sabes, ponernos al día. Hace mucho que no hablamos- ofreció él. Angela lo miró de forma extraña. No estaba en contra de ello, pero tampoco estaba muy segura. Tras eso, cada quién siguió su camino.
Al llegar a su salón de clases, se dejó caer en el asiento y suspiró. ¿Qué demonios había sido todo eso? Una ola de recuerdos le llenó la cabeza, recordando su relación con Nick. Se sentía que había sido hace toda una vida, pero a lo mucho debieron haber roto hace dos años. Estaba totalmente abrumada. No había mala leche entre ellos, ni rencores, simplemente...era extraño. Sacó su teléfono y comenzó a escribirle a Sarah.
A: tuve un momento muy incómodo de camino a la clase...
S: por qué? estás bien?
A: es sobre "ya sabes quién"
S: oh, así que tú y ese tal E.J. ya están progresando. Interesante...recuerda usar protección.
A: no, no hablo de él...habló de ÉL.
S: oh...OH....¡OH! ¿Hablas en serio? ¿Dónde lo viste? ¿Qué pasó?
A: Te cuento después. Estoy en clase.
S: En el dormitorio. A las 4. Te espero.
A pesar de que contar con el apoyo de su amiga era reconfortante, Angela no estaba segura de si estaba lista para hablar del tema. Se sentía como si el pasado le estuviese soplando directo a la nuca. Y era muy incómodo.
Las clases pasaron en suspiro, pero cada paso que daba a su dormitorio se sentía como si alargara el camino. No estaba lista para enfrentarse al recuerdo de Nick. Al menos no de inmediato. Subió silenciosamente hasta su dormitorio. En cuanto acercó la mano a la manilla de la puerta, Sarah abrió bruscamente y la jalo hacia el interior. Cerró la puerta con seguro tras de sí y cerró las cortinas de la habitación. Obligó a su amiga a sentarse en la cama y ella se sentó frente a ella.
-Habla- exigió una vez que estaban frente a frente.
No sólo tenía que contarle lo sucedido con Nick, sino también su conversación con E.J. en la cafetería. Después de todo, había algo interesante entre ellos dos, pero aún no sabían a ciencia cierta qué era. Era un gran muchacho, tierno, amable y guapo. Había tantas cosas que desarrollar ahí. Además, con todos los años que había pasado, seguramente tendría cientos de cosas nuevas que descubrir de él, lo que volvía las posibilidades incluso más grandes.
Pero, del otro lado estaba Nick, un sujeto galante, cortés y atractivo. Y con él sí que había una historia. Aunque ella recordaba aquella relación con cariño, el tan sólo pensar en lo que fue el mes previo a su ruptura y las semanas posteriores le ponía la piel de gallina. Nunca supieron por qué terminaron y sentía que aún había demasiados cabos sueltos. Aunque lo conocía bien, sentía que aún había cosas de él que debía conocer. Como quienes eran sus familiares, por ejemplo.
-Dios, en serio no sé que hacer- comentó Angela después de terminar su relato. Su amiga quedó en silencio durante mucho tiempo. Casi como si tuviese que procesar palabra por palabra toda la historia.
-Mira, E.J. parece ser muy maduro para su edad. Cualquier otro novato no hubiese dudado en declararte su amor a la primera oportunidad, pero él va lento, realmente quiere tomar una buena decisión. Ahora, ¿Nick? Ese es un libro que ya has leído. Sigo creyendo que fue mayormente su culpa que terminaran, pero ya sé que dijiste que "fue algo mutuo". Aún así, Tiempo tienes. Ya hablaste con el novato, ahora habla con tu ex. Sólo así sabrás qué hacer- aconsejó.
Angela se dejó caer de espaldas sobre la cama. No quería...no podía decidir entre ninguno de ellos. Sería cruel dejar a alguno fuera. Eran seres humanos, no podía simplemente seleccionarlos como ganado. Quería mucho a E.J., pero, ¿es al nuevo él a quién quiere o es a aquel niño tímido y nerd que tanto le alegró la existencia? Y en cuanto a su exnovio, ¿es que acaso sólo quería cerrar ese ciclo que fue pausado tan abruptamente o realmente aún sentía algo por él? Tantas preguntas sin respuesta...
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Asalta cunas
RomanceE.J. es un novato en la universidad, Angela es su estudiante guía. Todo normal, pero, ¡Ella era la niñera de él! ¿Coincidencia? Es lo que sabremos...