El Príncipe y el Salvaje - Yoonmin

Capítulo 17. El Rey De Los Kurkan.

Se dice que, si una bestia es encadenada desde su nacimiento, no intentara liberarse ni siquiera después de crecer.

Jimin era muy consciente de este hecho. La bestia no rompería los grilletes, no porque amara o temiera a su amo, sino porque estaba acostumbrada al cautiverio.

Incluso si alguien le enseñara a la bestia cómo liberarse, no lo intentaría. Algunos llamarían a la bestia tonta por no hacerlo, pero tal vez la idea de los grilletes estaba profundamente arraigada en su mente que ni siquiera pensaría que liberarse fuera posible.

Jimin era igual. Pero, en cambio, temía a la Consorte. 
Y en cada momento, había temido por su vida.

La Consorte era la mayor pesadilla de Jimin.

Todas las tragedias comienzan con un amor ardiente. El rey se enamoró a primera vista de una campesina mientras asistía a un banquete. Su tono franco y su sonrisa brillante fue algo que encantó al rey, que nunca antes había visto algo parecido. De este modo, la chica que creció en una pequeña familia de la provincia se convirtió en la Consorte de Estia.

Sin embargo, el simple hecho de ser buena no le permitió sobrevivir en el palacio. Sin nadie que la respaldara, se volvió más delgada día a día. Todo lo que podía hacer era aferrarse al amor del rey.

En el punto más alto de su miseria, nació Jimin. Experimentó complicaciones en el parto y apenas pudo dar a luz. Luego, se volvió estéril.

Una Consorte estéril era una desgracia para la familia real, y el amor que una vez ardió se enfrió... El débil e impotente rey cumplió fácilmente con las demandas de los nobles codiciosos que querían deponer a la Consorte. Poco después, fue expulsada del palacio miserablemente.

Sucedió cuando Jimin tenía solo tres años. Ni siquiera podía comprender claramente las cosas a esa edad, pero las últimas palabras de su madre quedaron vívidas en su memoria.

|Lo siento Jimin, lo siento mucho. |

|Debes seguir viviendo...|

|No desobedezcas a Kwon Boa.|

|Solo sigue sus palabras, pase lo que pase.|

.

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Y luego de esas últimas palabras, la Consorte fue descubierta muerta. La familia real anunció que la deprimida Consorte había decidido terminar con su vida, pero todos sabían que no fue un suicidio.

La ambiciosa Condesa Kwon BoA reemplazó el trono que su madre una vez ocupó. Sin embargo, la entrada de Kwon, al palacio real fue tumultuosa. Ella estaba embarazada.
El bebé era el hermanastro de Jimin. La Consorte Kwon Boa, tenía una relación con el rey incluso antes de que la Consorte anterior fuera expulsada.

Esto causó que la sociedad de Estia cayera en el caos. El hecho de que la nueva Consorte no fuera virgen y tuviera un romance con el rey causó confusión.

Qué desgracia...

Sin embargo, gracias a su poderosa familia y al favor del rey, logró que su hijo fuera declarado heredero al trono, haciendo que el clamor en su contra se desvaneciera.

La muy ambiciosa y astuta Boa siempre afirmó, 'No sé nada sobre la complicada política y el gobierno. ¿No es suficiente con cumplir todas mis obligaciones domésticas?'. Sin embargo, ella era tan despiadada como una víbora. Fue capaz de dominar a los nobles y convertirlos en sus títeres.

BoA sabía muy bien cómo manejar al hijo de la Consorte depuesta. Ella cuidadosamente planeó sus movimientos, asegurándose de no hacer nada que pareciera discriminar a Jimin directamente. En cambio, controlaba cada movimiento del príncipe, moldeando su naturaleza y hábitos a su gusto. Lentamente, fortaleció su control sobre la vida de Jimin.

'Eres la flor de Estia'.

Las palabras de la Consorte quedaron grabadas en su mente a una edad temprana. Era la razón de la obsesión de Jimin. Tenía que convertirse en el príncipe perfecto de Estia; su educación, trabajo y belleza debían ser impecables.

No era diferente de las piezas de arte de Estia. Un ganado criado por la Consorte, y una vez gordo, vendido al mercado. Este fue su propósito todo el tiempo.

Solo las personas más cercanas a él sabían la verdad sobre cómo BoA lo maltrataba en secreto. Los demás no sabían nada, hablaban muy bien de la Consorte, de su bondadosa y benévola naturaleza maternal.

Jimin quería gritarles a esas personas y preguntarles, '¿De qué sirvió criarme para ser perfecto...? Al final, ¿no me vendió a ese viejo Ma Dong Seok?'

Jimin se paró frente al espejo, y un joven hermosamente vestido como un muñeco le devolvió la mirada. Su pálido rostro estaba cubierto de capas de maquillaje brillante. Su cabello delgado y sin vida estaba ligeramente ondulado. Sus ojos  parecían aún más vívidos en contraste con el delineador  un tanto oscuro para darle profundidad a su mirada. En su cuello estaba el collar de diamantes que Ma Dong Seok le había regalado, completando toda la vestimenta.

-"Príncipe Jimin, terminaré de hacer los ajustes finales a su atuendo."

Jimin le dio un pequeño asentimiento en respuesta. La razón de la extraordinaria belleza de Jimin se debía a la conferencia con los Kurkan.

El resto del palacio estaba ocupado preparándose para el banquete. Como se esperaba, todos los nobles habían expresado su deseo de asistir. De hecho, incluso los nobles de todos los demás países estaban visitando Estia para esta ocasión especial.

Todos estaban ansiosos por ver al nuevo Rey de los Kurkan y a Ma Dong Seok conocerse.

El cobarde Dong, inmediatamente se puso a la defensiva cuando escuchó que el rey estaba de visita, a pesar de la noticia de que solo buscaba la paz.

La gente era muy consciente del hecho de que Dong Seok no sería capaz de mantener su nivel actual de poder si Kurkan y Estia firmaban un tratado de paz. Así que especularon con que la Consorte Kwon BoA estaba haciendo movimientos para derribar a Dong , por el bien del príncipe heredero.

Sin embargo, a pesar de la intensa batalla política que se estaba gestando debajo, sobre la superficie, surgió una atmósfera cálida y amigable. Todos estaban emocionados de ver a los Kurkan, que eran conocidos por sus impresionantes y extraordinarias apariencias. Las sirvientas de Jimin hablaban de eso a diario.

Finalmente, llegó el día en que los Kurkan los visitarían. El banquete de bienvenida se celebraría al día siguiente. En este momento, iban a saludar formalmente a sus visitantes. Por lo tanto, BoA, le había indicado específicamente a Jimin que se vistiera de manera extravagante para mostrar el orgullo de la familia real.

Y así, Jimin terminó con ese traje  incómodo. Mientras las sirvientas vestían a Jimin, la Baronesa Yuju de repente se echó a reír mientras charlaba. Jimin sonrió levemente y preguntó,

-"¿De qué están hablando?"

Una de las sirvientas respondió con las mejillas sonrojadas,

-"Dicen que el Rey de los Kurkan es un hombre extremadamente guapo."

La Condesa Dahyun, la jefa de las sirvientas, les dirigió una mirada amenazante mientras se aclaraba la garganta. Inmediatamente, dejaron de parlotear, pero Jimin las tranquilizó con una leve sonrisa.

'No es bueno ser excesivamente estricto'.

En cambio, él aligeró la atmósfera ya que todas estaban muy emocionadas. Pero justo en ese momento, Jimin sintió de repente una gran presión en su interior.

A lo lejos, bajo los cálidos rayos del sol, los barcos se acercaban a la costa de Estia.

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'Ellos han llegado'.