Capítulo 7. Una noche larga y agitada (2)

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Los dedos gruesos entraron, haciendo un atroz viaje de ida y vuelta dentro de sus paredes. Su calor, estremeciéndose, se tragó los dedos del hombre en respuesta. A medida que llegaba a los lugares, más húmedo se volvía.

La sensación que surgió de su interior comenzó a llenarlo como un incendio forestal. Aturdido por el creciente placer, lo empujó apresuradamente.

Desafortunadamente, el hombre era tan duro como una roca y no se movió, ni siquiera una pulgada. A horcajadas sobre él, Jimin se retorció y sacudió la cabeza. Lo abrazó y lo rasguñó en la espalda con sus uñas. Pero la oleada de sensaciones no disminuyó, y el hombre no vaciló en su búsqueda.

Parecía ser llevado al borde del acantilado. Cuando sus dedos comenzaron a llenarlo sincronizadamente, entrando y saliendo de su región palpitante, los fuegos artificiales salieron disparados ante sus propios ojos.

-"¡...!"

Jimin abrió sus ojos de par en par, boquiabierto. Se arqueó, doblando su espalda. Su miembro se empapó más allá de lo posible. Sus jadeos de placer resonaron, seguidos de una sensación casi insoportable que sacudió su cuerpo.

-"¡Oh, eh, ah...!"

Él gimió fuerte. Cuando volvió en sí, Jimin se dio cuenta que se estaba aferrando al hombre y temblando. Sus rodillas que apenas podía sentir, perdieron su fuerza.

Se desplomó sobre él, un desastre total mientras su cuerpo se estremecía.

-"¡Ahhh!"

Fue el apogeo de su primera experiencia en toda su vida. La nueva sensación de perder el control de su cuerpo por un momento lo hizo sentir entumecido.

Viendo a Jimin sollozar, abrumado por la mezcla persistente de vergüenza y placer, las comisuras de los finos labios del hombre se levantaron ligeramente.

-"¿No se sintió bien?"

Dijo esto, mientras sus dedos traviesos se arrastraban para juguetear con su glande, endureciéndose ante su toque.

Mientras lo hacía, su parte sensible se elevó hasta llamar la atención. Jimin se dio cuenta de que era la fuente de todas las palpitaciones.

-"Detente, detente..."

suplicó, pero el hombre hizo lo contrario. Puso a Jimin en la cama y lo hizo alcanzar el clímax una vez más. Él agarró las sábanas con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

Cuando una pequeña lengua se reveló a través de sus labios abiertos, el hombre capturó su boca y la chupó hasta la sumisión.

Entre su reciente orgasmo y los besos bruscos, no se dio cuenta de que su delgada ropa interior se desprendió totalmente. En cuanto Jimin se percató de que se había desprendido, dejándolo abierto y vulnerable al hombre, recogió sus piernas por reflejo, pero una vez más, fueron separadas ampliamente por las manos insensibles del hombre.

Fue una actitud poco sofisticada. Nunca había estado tan expuesto ante nadie. Y para añadir a su vergüenza, el hombre miró descaradamente su miembro.

-"¿Qué está pasando aquí?"

Su voz burlona lo puso rojo de nuevo. A diferencia de otras parejas, él no tenía casi vello abajo. Sus largos dedos masajeaban la longitud de su rosado miembro. Jimin apenas respondió con un gemido.

-"Así es como es..."

-"¿Desde el nacimiento?"

Al asentir, el hombre lo agarró de la muñeca y le levantó el brazo bruscamente. Cuando revisó su suave axila, gimió brevemente y murmuró en un tono muy agitado.

-"Nunca pensé que me gustaría hasta ahora."

-"..."

'¿Por qué es así? ¡Parece querer lamerme todo el cuerpo!'

La subida y bajada de su pecho se volvió turbulenta. Él comenzó a quitarse los pantalones.

-'Oh, Dios mío...'

La mandíbula de Jimin cayó mientras miraba entre las piernas del hombre. Él ya había adivinado que sería grande porque el físico del hombre era significativo. Pero eso no era normal. Sin exagerar, era más grueso que el antebrazo de Jimin. Su pene, que se había levantado tan rígido como para tocar su ombligo, tenía un extremo húmedo y los tendones protuberantes sobresalían.

Los Kurkan heredaron la sangre de las bestias, y su miembro era nada menos que el de una bestia. El hombre se rió como si supiera lo que Jimin estaba pensando. Suspiró lánguidamente y frotó su extremidad sobre el muslo de Jimin.

-"¿Estás sorprendido?"

El área frotada se sentía caliente como si hubiera sido quemada.

-"Pero es por ti. Tienes que asumir la responsabilidad y apaciguarlo."

Jimin se agarró a la manta, palabras de miedo salieron de su boca.

-"No. ¡¿Cómo podré tener eso dentro de mí?!"

-"Deberías intentarlo."

Una redonda punta se metió a través de su estrecho hueco. La presión fue considerable, aunque solo era la punta.

Su interior estaba lo suficientemente húmedo, pero aún así estaba estrecho y acalambrado. El hombre respiró dolorosamente, sus labios en una línea apretada.

-"Estás tan apretado..."

Pero a diferencia de su voz áspera, los ojos del hombre eran serenos como el mar en calma. Sin que Jimin lo supiera, su membrana se rompió y algo entró lentamente.

Él solo se detuvo cuando vio la cara llena de lágrimas de Jimin. Él apenas respiraba, pero al sentir que algo había entrado en él, le preguntó ansiosamente.

-"¿Lo pusiste todo en....?"

-"Me estás subestimando, ¿Verdad?"

El hombre respondió con una sonrisa traviesa.

-"Todavía queda un largo camino por recorrer."

Y luego de eso, empujó su longitud hasta la raíz.











































<<<Nota ,deje lo de su membrana porque me gustó , mi Jimin baby era virgen y se me hizo bonito>>>

El Príncipe y el Salvaje - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora