Capítulo 23. El Príncipe Heredero de Estia (2)

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Frío y de mal genio, el príncipe heredero de Estia era temido por muchos. A decir verdad, Jimin se horrorizaba cuando él lo miraba.

Justo como en este momento.
Sus ojos penetrantes la recorrieron. Después de examinar la caja que Jimin estaba sosteniendo, miró lentamente a Yoongi. Mientras observaba la situación, Yoongi saludó amablemente a Félix sin ningún indicio de vergüenza.

"¡Buenos días, Su Alteza!"

Solo entonces Félix lo reconoció. Su saludo fue aburrido e irónico. Poco después, la atmósfera quedó en silencio.

Un aura extraña los rodeaba. El sonido del agua que fluía de la fuente reverberaba en medio del silencio. Después del silencio amortiguado, Félix finalmente abrió la boca.

"No sabía que el Rey de los Kurkan estaría aquí."

"¿Este es un lugar en el que tengo prohibido entrar?"

"Bueno, no sé cómo son las costumbres de los Kurkan." Félix apretó los dientes y dijo, "Pero aquí en Estia, no es bueno ver a un hombre soltero a solas con otro."

Volvió a mirar a Jimin mientras de su boca salían palabras maliciosas, que sonaban como dagas dirigidas a él.

"Hermano."

Jimin se mordió los labios cuando lo llamó 'hermano'. Aunque Félix era su hermanastro, nunca lo ha tratado con respeto. En cambio, Jimin fue educado severamente para que respetara al príncipe heredero, Félix.

Solía llamarlo por su nombre o hermani cuando le apetecía. Parecía que él se dirigía formalmente a él porque el rey de los kurkanos estaba cerca. Después de todo, no era bueno que se enterara del desastre que era la familia real.

"He venido a decirte algo. Vayamos a un lugar silencioso."

Lo dijo en un tono de ira reprimida. Ya había lidiado con esta situación antes, y sabía muy bien cómo la ira de Félix se intensificaría si se resistía.

Por lo tanto, Jimin respondió sumisamente, "Sí, Su Alteza."
Luego, Félix lo agarró por la muñeca derecha y lo arrastró bruscamente a su lado. Su pie tropezó con los bordes irregulares de las losas de piedras, y su cuerpo se tambaleó, pero a Félix no le importó.

Mientras era arrastrado, Jimin miró a Yoongi. Él soportó el terrible dolor y pudo mirarlo con un rostro sereno.

Sus ojos se encontraron. Los ojos de Yoongi nunca abandonaron la figura de Jimin. Estaba disgustado y listo para estrangular al hombre hasta la muerte. Sin embargo, Félix era el próximo gobernante de Estia, y una disputa con él podría complicar las cosas. Peor aún, causar semejante conmoción probablemente afectaría al príncipe.

Sin embargo, no podía quedarse de brazos cruzados. Él sólo movió sus labios como si estuviera diciendo, '¿Necesitas ayuda?'

Esperaba una respuesta. Pero para su decepción, Jimkn bajó los ojos indicando su negativa.

'Esto es lo mejor', él pensó.
No quería ser arrastrado por Félix. En el fondo, estaba desesperado por su ayuda. Pero desde hace tiempo comprendió que seguir a su corazón es ingenuo.

Ese hombre es el rey de los Kurkan que vino a devorar Estia. Debe haber preparado de antemano todos sus planes políticos. A pesar de que su intención no estaba clara por el momento, era mejor no involucrarse con él.

Jimin descartó sus pensamientos, e incrédulo sacudió la cabeza. Sintió la persistente mirada de Yoongi, pero lo ignoró y permitió ciegamente que Félix lo arrastrara.

Tan pronto como llegaron a un rincón del jardín, lejos de la vista de Yoongi, él lo empujó bruscamente contra un árbol. Su vestido corto fue raspado y desgarrado por las ramas.

Brutalmente, Yoongi tiró de su cabello, destrozando su hermosa melena rizada. Lo hizo tan fuerte que su cabeza se inclinó hacia atrás.

"¿Que estabas haciendo?"

Él temía que su cuello se rompiera en cualquier momento. Estaba abrumado por el dolor, las palabras de Félix sonaron vagas para sus oídos.

Sacudiéndolo, Félix le preguntó de nuevo.

"¡Te pregunté! ¿Qué estabas haciendo con ese hombre?"

Sus ojos azules brillaban con locura. Como si no fuera suficiente con maltratarlo, hizo algo mucho más horrible.

La repugnancia cruzó los ojos de Jimin tan pronto como sintió que él lo manoseaba. Le tocó obscenamente los hombros, el pecho y la cintura... e incluso intentó levantar el dobladillo de su vestimenta.

Apenas reunió fuerzas para abofetear a Félix. Aunque su fuerza fuera inferior a la de él, no podía dejar que esa conducta repulsiva continuara.

Félix soltó su cabello y luego lo arrojó con fuerza. A una distancia considerable de él, Jimin frunció el ceño a su hermanastro, quien parecía poseído por el demonio.

"No menees tus caderas frente a los Kurkan." Erguido sobre Jimin, le advirtió fríamente.

"¿Lo entiendes, hermana?"


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CONTINUARÁ...

Gracias por leer, dejen una estrellita. Les amoo. ❤

¿Debería hacer un mini maratón?

El Príncipe y el Salvaje - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora