El Príncipe y el Salvaje - Yoonmin

Capítulo 26. Tomado por un depredador intrépido. (1)

Mini Maratón 3/3 🌠

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"......"

El cuerpo de Jimin se congeló de repente. Cuando Félix lo arrastró despectivamente fuera del jardín, aún podía recordar la boca de Yoongi artículando las palabras, '¿Necesitas ayuda?'

Pensó en su intención subyacente, ya sea un plan malvado o un movimiento político.

Sin embargo, en contraste con sus pensamientos complicados, el hombre frente a él era bastante simple. Su intención era pura, de hecho, solo quería saber por qué no le pidió ayuda. Sus ojos, como los de un niño curioso, persuadiéndolo para que respondiera.

En trance, los labios de Jimin comenzaron a moverse. "Yo..."

Después de dudar varias veces, sus palabras prudentemente elegidas finalmente salieron de su boca.

"¿No sabes la razón?"

¿No tiene idea? Existen diversas reglas, leyes, etiqueta y condiciones políticas que se requieren de un príncipe real, había muchas razones por las que Yoongi no podía ayudarlo. Como rey, debería saberlo.

Sin embargo, parecía confundido, probablemente fingiendo ignorancia.

"No lo sé." Su voz tranquila y relajada resonó. "Nosotros, los Kurkan, somos bastante simples. Si odiamos algo, decimos que no. Si nos gusta, decimos que sí. Es simple."

Jimin parpadeó lentamente hacia la ventana. A través de la misma, el viento frío entró lentamente en su habitación, haciendo que las largas cortinas se balancearan rítmicamente. La habitación oscura, con solo ellos dos dentro, estaba iluminada por la luz de la luna.

En todo caso, este escenario le recordaba a aquella noche. Esa vez no tuvo que pensar en nada y solo sucumbió a sus puros instintos.

Pensando en ello, su boca se sintió seca. Jimin evitó su mirada penetrante y dijo con voz severa, "Vete."

Yoongu sonrió, no se ofendió ni un poco de que él lo echara. "Bien. Si ese es tu deseo."

Su respuesta despreocupada trajo alivio a Jimin, pero no duró mucho. En el siguiente segundo, Yoongi lo levantó bruscamente con una mano, agarrándolo por las nalgas.

Él se congeló, pero finalmente abrazó a Yoongi por los hombros, temeroso de caer. Estaba aturdido. En un tono urgente, habló.

"¡Bájame!"

Como era de esperar, él no hizo caso a sus órdenes. Al ver que sus palabras por sí solas no podían detener sus acciones, él luchó para mover su cuerpo con todas sus fuerzas.

Pero, ¿Cómo podría un chico frágil estar a la par con la fuerza de una bestia? Sin esfuerzo, Yoongi lo sostuvo, sujetándolo con firmeza a su posición.

Al encontrarse con su rostro en medio de su lucha, fue recibido por sus dos ojos, que brillaban de alegría. Yoongi intencionadamente le acercó su rostro y le susurró.

"Me dijiste que me fuera."

Su cálido aliento tocó sus labios. Estaba tan cerca de él que con un pequeño movimiento, se tocarían la nariz. Leah apresuradamente inclinó la cabeza hacia atrás y rápidamente habló.

"¡Bája... me!"

"No."

Entonces, Yoongi cruzó el dormitorio con pasos rápidos y ligeros, luego saltó ágilmente por la barandilla, de donde Jimin siempre había querido saltar pero ni siquiera se había atrevido a hacerlo.

El rey de los Kurkan era un ser feroz. Con tal poder y fuerza, todos creían que no tenía miedo de casi nada, ni siquiera de secuestrar al príncipe del palacio.