11. Estás loca.

18 3 3
                                    

Bueno, sólo quiero decirles que voy a complacer a sus pequeñas mentes pervertidas con otro capítulo +18, ya que el otro les encantó. Les dejo una canción ya que me lo han perdido para cada una de estas escenas y quién soy yo para negarme. Yo les dejo indicado cuando es hora de colarla. Besos, l@s amo, pero les guste. Oh ojos, también me dedique haber un edit en gif para que vean a Olivia diciéndo la palabra mágica, se los dejó junto a la canción en la multimedia aquí arriba.

Olivia Vega.

Lleve la copa de vino tinto hacia mi boca sin despegar mi vista de la página del libro apoyado en mis piernas. No sabía qué hora era exactamente, sólo sabía que era lo suficientemente tarde porque todos ya habían ido a dormir. Cómo no tenía absoluto sueño, decidí leer un poco y acompañar con un esquizito vino. Así que estaba tumbada sobre un sofá de la sala con las piernas dobladas permaneciendo con las rodillas hacia arriba, de un momento a otro siento como alguien me observaba a mi espalda, extrañada giré mi vista hacia el marco de la entradá del salón, encontrándome con Diego apoyado sobre el marco con las manos en sus bolsillos mirándome fijamente con una sonrisa, yo lo miré frunciendo el ceño y una sonrisa se escapó de mis labios.

-¿Eres así siempre?-Le dije con mofé, él puso cara de extrañes acercándose a mí.

- ¿Cómo?-Me miro sentado se en el sofá frente a mí tomando la copa entre sus manos poniéndola en la mesita frente al sofá para girarse hacia a mi y tomar mis pies acercándome a él.

-Así de persuasivo, siempre cómo un psicópata observando desde la oscuridad en silencio como si quisieras matarme .-Me miro divertido. Vi cómo se acerca más a mí colocando se entre mis piernas y colocando cada mano a cada costado de mis caderas.

-Tal vez sea tu psicópata, pero te aseguro que deseó hacerte tantas cosas, pero ninguna de ellas es matarte, al menos no con la intención de dejarte sin vida.-Lo veo morderse el labio dispuesto a besarme y yo eche mi cabeza hacia atrás soltando una risa.

-¿Y que tiene pensado hacerme señor Escalante?-Lo miré con la cerca arqueada sin borrar mi sonrisa y él levantó su mano escondiendo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y se encogió de hombros.

-No lo se, tiene alguna idea usted señorita Vega.-Sus ojos brillaron de un manera que solo me había percatado que sucedía cuando me observaba.

Revisé a mis alrededores buscando alguna idea para distraernos y mi vista cayó sobre la puerta de cristal que daba al patio trasero, o más bien lo que observaba a través de ella.

Y me mordi el labio inferior cuando la idea entro en mi cabezas.

-Ven conmigo.-Me puse de pie tirando de su mano caminando hacia el patio trasero.

Cuando cruzamos la puerta de cristal encontrándonos con la oscura noche, solamente iluminada por la luz de la luna. Cuando camine hacia mi destino Diego me miró extrañado cuándo me adelanté unos pasos de él para detenerme frente a la gran piscina y comencé a deshacerme de mi blusa quedando en sujetador. Él frunció el ceño cuando tome el elástico de mi shorts.

-¿Que haces?-Camino unos pasos hacía mí extendiéndo sus manos hacia mí sin tener idea alguna.

-Vamos a nadar.-Me despoje de mis shorts y lo miré con una sonrisa cuando su mirada me recorrió de pies a cabeza al verme en ropa interior parada frente a él.

-¿Esa es tu idea?-Yo asentí y me lancé al agua, cuando salí a la superficie el negaba con la cabeza pasando la palma de su mano por su rostro. -Tú si que estás loca.

-¿Vas a entrar o no?-Lo miré con una ceja alzada moviendo mis brazos bajo el agua para poder mantenerme flotando y no caer hacia el fondo.

*Inserte música aquí*

-¿Eso quieres?-Me miro haciendo una mueca.

Yo sólo me límite a sonreír nadando acercándome al borde de la piscina quedando justo frente a él y le dediqué una mirada seductora.

-Ven, solo quiero que me folles.-Me mordí el labio y con las manos me lancé hacia atrás alejando mi cuerpo del borde y observé que su mirada se oscureció, tomando su saco y quitandolo y quitando sus zapatos juntos con sus pies. Después hizo lo mismo con su camisa y pantalón conjunto a sus calcetines. Y lo observé quedándose solo en boxer frente a mí.

Se dejó caer al agua, y yo me aleje nadando hacia atrás, cuando salió a la superficie sacudiendo su cabeza buscándome y me encontró alejandome de él con una sonrisa juguetona.

-Ven acá.-Me estiró su mano y yo negué mordiendo mi labio.

-Atrapame.-Dije alejandome de él yendo hacia atrás.

De un rápido moviendo se acercó a mí tirando de mi pie sumergiéndome, tomándome por la cintura bajo el agua me acerco a él para besarme, y yo rodeé mis manos al rededor de su cuello atrayendolo a mí. Subiendo a la superficie enrolle mis piernas alrededor de sus caderas, con una rapidez él bajo sus manos a mi trasero alzandome pegándo me más a él, no sin antes dejar un apretón en el.

Yo llevé una mano a su cabello apretándolo. Siento como tomaba mi labio inferior tirando de un lentamente con sus dientes haciendo me soltar un gemido.

Siento como una de sus manos deja de sostenerme, subiendo por mi espalda dejando un recorrido con sus dedos por mi espina dorsal para detenerse en mi nuca tirando de ella hacia atrás con fuerza dejándome de besar y me miró con la mirada más dilatada, sus ojos ya no tenían ese rastro de azul, eran negros. Llenos de pasión.

-Dime que quieres que te folle.-Gruño rozando nuestros labios yo asentí.-Dilo, quiero oírte.- Apretó su agarre tirando de mi cuello causando que me excitara y me acerque a morder su labio inferior.

-Quiero que me folles tan duro que borres cualquier rastro de cualquier otra caricia en mi cuerpo, quiero que me hagas tuya.- Gemí cuando su boca devoró mi cuello.

Girandose en su propio eje me arrinconó en la pared de la piscina. Estuve tan ocupada perdida en sus besos que jamás sentí como se movía hacia la orilla.

Siento como sus manos recorren mi espalda buscando el broche de mi sujetador, y al tenerlo entre sus manos de un sólo movimiento se deshizo de él lanzando lejos en algún lugar de la alberca.

Bajando besos había mis pechos devorandolos, cerrando mis ojos volviendo me loca. Cuando sus besos seguieron bajando por mi abdomen y yo bajé mi vista hacia él con la boca entre abierta y él desde abajo me dedico una sonrisa malévola con sus manos en cada extremo de mi dorso, deteniéndo se en el inició de mis bragas, bajando las de un tirón dejándome desnuda frente a él. Se mordi el labio observando me. De un rápido movimiento se acerca a mi besándome salvajemente y siento como una de sus manos toma mi intimidad causando escalofríos en mi cuerpo, dejando caricias en círculos sobre mis clítoris hizo que echara la cabeza hacia atrás apoyándola en el borde.

Cuando siento como el orgasmo se aproxima aleja su mano de mi intimidad y lo miré lista para protestar cuando siento que entra en mí de una embestida haciéndome soltar un jadeó que fue callado con su boca. Me aferre con mis manos a sus hombros cuando comenzó con sus embestidas violentas. Lo rodeé con mis piernas de nuevo aferrándo me a él, para darle más acceso a mí. Siento como una de sus manos me sostenía de la espalda y la otra atrapaba el cabello de mi nuca pretándolo. Cortando nuestro beso, me eche había atrás gimiendo. Esto era tan bueno que no podía, ni quería que parará jamás. Escuchando sus gemidos en mi oído pude sentir como el orgasmo se acerca a mí de nuevo y de un momento a otro me encontré temblando junto a su cuerpo, entregándole un orgasmo más. Por segunda ocasión.

- Eres mía.-Lo escucho gruñir en mi oído para después sentirlo llegar al orgasmo.

Él sabía cómo llevarme al cielo, aún así estuviéramos ardiendo en el mismísimo infierno.

Sálvame © [Alicia Echeverría]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora