20. Culpa.

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Diego Escalante.

Escuchando sus pasos alejarse y después el ruido de la puerta al cerrarse, sentí como el agarré de mis manos sobre la mesa del comedor se apretaba, cerré los ojos causando que varía lágrimas rodarán por mis mejillas.

Sentía tanta frustración y enojó.

Pero sobre todo me sentía destrozado. Le había abierto mi corazón y lo único que había hecho con el fué pisotear lo.

Soltando un grito de frustración pasando las manos por la mesa tirando todo al suelo a mi paso.

Camine hacia la manta, me frene ante la imagen en mi cabeza de ella y yo sobre ese lugar, haciendo el amor y entregando nuestro amor.

Tome el ramo de rosa lanzando lo algún lugar del salón, causando que sientos de pétalos por todo el suelo.

Sintiendo cómo mi corazón abandonaba mi pecho, md dejé caer de rodillas sobre la alfombra, tapando mi rostro con mis manos jadeando. Sintiendo cómo mi pecho quemaba; me permití llorar. No era de un hombre débil llorar. Era humano, que tenía sentimientos, que tenía corazón; ahora roto.

La amaba más que nada. Se había convertido en mi salvación. Me hacía falta su taco. Extrañaba sus besos, ahora que me sentía ahogado en rabia y tristeza por el daño causado.

De un momento a otro sentí cómo mi bolsillo trasero comenzó a vibrar. Tratando de ignorar la llamada, absorbo los mocos, cuando la llamada se cortó, suspiré pero mi mandíbula se apretó al volverlo escuchar sonar. Dejándome llevar por la rabia lo saqué con brusquedad del bolsillo y sin ver la pantalla, lo lancé lejos causando que la llamara cesará. Ya sea por qué habían colgado o porque el celular se había hecho una mierda.

Tomando una fuerte respiración, me enderece. Pasando las manos por mi cara con brusquedad. Parpadeando me acerque a las 5 pequeñas velas soplando, apagando una por una.

Tomando la pequeña cubeta, con el vino dentro el cual saque a mi paso dejando lo que antes era hielo, ahora estaba convertido en agua. Me acerque a la chimenea y lancé el agua sobre el fuego, apagandolo.

Tallando mis ojos, caminé saliendo de ese lugar lo antes posible.

*Inserta canción aquí*

Cuando estuve fuera, la brisa fresca de una noche oscura me golpeó.
Pero fue como si ese viento me acariciara el rostro, casi como la tranquilidad que me daba Olivia.

Cerrando los ojos sentí como mi piel se erizaba. Pero al abrirlos mi ceño se frunció al tener la camioneta frente a él. ¿Donde estaba ella?

Busqué con desesperación a mí alrededor, y a unas cuadras mire unas cuantas personas rodeando ambulancia y un coche de policías.

Y mi corazón se aceleró, con fusión me encaminé hacia ese lugar. Pero con formé más me acercaba, mi desesperación se aumentaba, acelerando mi paso, al punto de correr. Cuándo estuve cerca me apresure a buscarla, con desesperación.

No la encontraba. Abriéndome paso entre la gente, me escabulló hasta poder llegar al centro.

Observó cómo unos paramédicos transportaban una camilla con una chica en ella.

Cómo si mi pecho se hundiera impidiendo me respirar, parpadeó al observarla tendida en esa camilla con su ropa cubierta de sangre. Con unos tubos en su boca mientras uno de los paramédicos a su lado con un clase de globo que oprimía y soltaba, dándole oxígeno.

Veía todo a mi alrededor en cámara lenta, cómo era llevaba con rapidez a la camilla hacia el interior de la ambulancia.

Cuándo la última paramédicos pasaba por mi lado me apresure a tocarla y ella se giró a verme.

-¿Que... ocurrió?-Mi voz tembló y la mujer me observó.

-¿La conoces?-Yo asentí. Y ella frunció el ceño.  Pero al parecer al ver mi rostro su celo se suavizó.-Ha sufrido un asalto, han perforado su pulmón, y eso ocasionó un neumotórax(Colapsó de pulmón). Tuvimos que hacer una  entubación endotraqueal porque sus pulmones han fallado, y muy pronto su corazón también, debe ser operada con urgencia o morirá.-Esa palabra me hizo un nudo en la garganta. Pero no fue hasta que el sonido del pitido constante me hizo girar la vista hacia la ambulancia.

-Esta entrando en paro.- Sentí como mi cuerpo tembló al ver el cómo la líneas marcadas en el monitos eran líneas finas, y el sonido del pitido era intenso que me sentí aturdido. Todo a mi alrededor comenzó ir cámara lenta. Vi cómo la mujer se alejaba susurrando algo qué logré entender. La vi correr junto a sus compañeros que estaban sobré Olivia con las manos su pecho oprimiendo lo. Pero todo desaparece cuándo las puertas blancas se cierran y veo como las luces de la ambulancia se van alejando. Y yo me permito parpadear y siento como mis piernas comienzan a moverse involuntariamente.

Corro detrás de ellos cómo si mi vida dependerá de ello. No supe cuánto habia corriendo pero a unas cuadras pude aceptar que la ambulancia una demasiado lejos y no lograría alcanzarla. Fui disminuyendo el ritmo hasta llegar al punto de trotar y después quedar parado estático en mi lugar. Sintiendo cómo mi los latidos de mi corazón eran frenéticos. Inhalando con fuerza sentí como mis temblaban y me deje cae con fuerza de rodillas sobre el pavimento golpeándo repetidas veces.

Era culpa mía.

Lo era.

Se lo repetía. Si tan solo la hubiese seguido, ella estaría bien. Dejando caer las lágrimas solté un grito de impotencia. La quería con vida, no quería que nada le sucediera. Tenia miedo, miedo de perderla.

Negando sintió un nudo en la garganta. Ella podría morir.

Y todo por culpa suya.

Sálvame © [Alicia Echeverría]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora