Kirineko (Bakushima)

-03-

Narración Omnisciente.

-así que eso fue lo que pasó?- preguntó Kaminari a su amigo pelirrojo sorprendido, pues bien, este había contado como llegó a ser lo que es ahora, un mitad gato. Aprovechando el rato de almuerzo y que estaban más tranquilos, en el sentido de que no se estaban tirando chistes bobos de la nada. Era más interesante descubrir el motivo de su cambio físico.

-tal como lo dije.

-oh! Y que se siente ser un gato?- preguntó el pelinegro del grupo, teniendo curiosidad ante eso.

-pues... Nada por el momento, solo que es un poco extraño sentir unas orejas extras y una cola- respondió sintiendo como aquella cola peluda y roja se movía lentamente y con gracia.

-oye bro, se que es un petición un poco rara- empezó hablar el rubio con unos mechones color negro, mirando esa cola roja- pero... Me dejas tocar tu cola?- esa pregunta incomodó a Kirishima- no pienses mal de mi, e-es solo que me da curiosidad saber que tan suave es jeje.

-si es suave- por fin habló Mina, pues bien, ella fue la primera de todas en tocarla y sentirla.

Fue un comentario que le salió naturalmente, y cuando se dio cuenta de lo que dijo se arrepintió, entendió de inmediato lo incómodo que fue irrumpir su espacio personal tan dé repente- l-lo siento Kiri, n-no fue mi intención molestarte.

-no te preocupes Mina- le dijo con una sonrisa, entendía como se sentía su amiga de piel rosa- y en cuanto a Denki, no veo que haya problema- le costó un poco, pero con algunos intentos consiguió mover su cola felina en dirección de Kaminari, dejando que este la tocara con algo de lentitud y suavidad.

-oh! Es más suave de lo que creía, aunque no es tan suave como la de Ojiro- dijo este sin dejar de acariciarla, como si estuviera hipnotizado con el toque.

-pobre para los dos- dijo Mina mientras comía un poco de su yogurt de mora- ahora entenderás lo que tiene que soportar Ojiro, siendo tocado por un mani-larga de colas ajenas- bromeaba ella, apuntando al acusado con la cuchara que sujetaba.

-eso se escucha terrible- le siguió el juego Kirishima.

-oigan! Se escucha como si estuviera haciendo un crimen- se quejó el rubio de mechas negras.

-por qué no mejor cambiamos de tema?- dijo Sero luego de notar por donde iba la cosa, había disimulado bastante bien su incomodidad y el ver como Kaminari se comportaba y tocaba al pelirrojo.

-ha? Y eso por qué?- se quejó la pelirrosa, ella quería seguir hablando del aspecto del pelirrojo- no ves esta carita tan adorable?- tomó las mejillas de Kirishima, aplastándolas como si fuera plastilina.

-para mi es extraño- le respondió el azabache.

-extraño, es enserio? Hmmm...- inflaba sus mejillas, como una rabieta- ahora que lo pienso, no me fijé en la reacción de Bakugou.

-ha? Y por qué estás tan interesada en saberlo?- preguntó el rubio con unas mechas negras, todavía seguía tocando la cola de su amigo.

-solo es curiosidad, o acaso tu no tienes curiosidad?- esa pregunta despertó al pelirrojo, es verdad que no pudo ver la reacción del cenizo, y claro que la curiosidad lo comía.

-bueno, puede que un poco pero... No lo se, estamos hablando de Bakubro.

-como sea, Bakugou!- la pelirrosa sin miedo en lo absoluto llamaba la atención del mencionado, quien estaba sentado en una de las orillas de la mesa, disfrutando con cautela y calma su comida. Ni siquiera le había prestado atención a la charla que tenía más cercana.

-por qué tienes que gritar! Maldita ojos de mapache!- le insultó con el seño fruncido, no es como si le importaran esas ofensas, pero gracias a eso logró su cometido.