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Narración Omnisciente

La mañana siguiente llegó más rápido de lo que se esperaba, en la cual, apenas y durmió, pero a pesar de eso no se sentía cansado. Recuerda incluso el haber despertado unos minutos antes que sonara su alarma de todos los días.

Kirishima que estaba a su lado seguía durmiendo en cuanto el se había levantado, echo bolita y posicionando su espalda contra la pared. No quiso arruinar su sueño, por lo que, al igual que en la madrugada, se bajó de su cama con suavidad y se fue al primer piso. Ni siquiera fue a cambiarse su ropa como lo suele hacer siempre, más que nada porque sus planes para ese día las iba a cambiar. Su desayuno, lo mismo, donde prepararía algo agradable para él y para su amigo, así es, Bakugou estaba por hacer el desayuno para alguien más aparte de él.

Para su nada sorpresa, no habían personas merodeando en el comedor y la cocina, por lo que aprovechó de usarla a su gusto y sin apuros. Decidió por preparar algo rico para el paladar, algo que no suele hacer realmente porque tanto el como Kirishima prefieren desayunar algo nutritivo y con proteínas, pero en esa ocasión, quería alegrarle lo más posible el inicio del día. Y qué mejor que unos ricos panqueques bañados en esa sustancia dulzona, en la cual te genera millones de problemas en los dientes y aceleración por la misma azúcar? Así es, era excelente para recibir una reluciente sonrisa de tiburón/gato.

Ya cuando tenía listo el desayuno, no podía verse más orgulloso. Una bandeja con dos vasos de jugo natural recién echos, acompañado con aquellos panqueques que le salieron más que perfectos en forma y estaba seguro que de sabor, en la que tenía también encima de ellos, unas fresas cortadas por la mitad y unos arándanos, por lejos los mejores que había hecho en su vida.

No pasó mucho tiempo para cuando subió al ascensor, en dirección a su habitación para darle una agradable sorpresa a su amigo mitad gato.

La puerta fue complicada de abrir gracias a la bandeja con comida, pero con un poco de paciencia y calma ya estaba adentro de su habitación y admirando a su amigo pelirrojo. Quien se encontraba todavía en cama, pero despierto. Mirándole en su encuentro de nuevo día.

-Bakugou, estaba preocupado. Te me habías desaparecido y por un momento pensé que no ibas a volver- habló Kirishima luego de levantarse de la cama para aproximarse al más alto.

-no seas un exagerado, solo bajé para hacer esta cosa- respondió el cenizo mostrando la bandeja que sostenía.

-si, tienes razón- mostró una suave y tímida sonrisa- me preocupé demás jeje.

-ahora muévete que tenemos que desayunar- La palabra "tenemos" resonó en la cabeza de Kirishima, le hacía sentirse querido, solo un poco aunque sea.

De inmediato y sin demora, dejando el desayuno en la cama, seguido después de ambos sujetos, Bakugou esperó que Kirishima lo probara primero, quería ver su reacción primero que todo. Que fue tan pronto que cuando utilizó su servicio para clavar el panqueque , lo dirigió a sus labios y saboreó ese dulce desayuno.

-está delicioso- dijo el mitad gato pasando su lengua por sus labios, disfrutando por tan placentero sabor.

-claro que lo está- afirmó el contrario subiendo su orgullo. Al mismo tiempo estaba aliviado, pues, a pesar de que Bakugou tuvo sus dudas de preparar algo dulce para desayunar, había tenido un efecto positivo. Un buen resultado porque algo que temió fue cuando a su hora de investigar sobre los gatos, una de las tantas cosas que encontró fue que los gatos no sienten el sabor dulce, y en el caso de Kirishima, no parecía ser que haya perdido ese gusto. Ya con ese visto bueno, pudo por fin comer junto a su mejor amigo. Delicioso como él esperaba, y agradable tan solo viendo la sonrisa de Kirishima. No quería que desapareciera en todo el día, si es que se pudiera. Alejaría todo mal para verlo bien, nada afectando su estado de ánimo, puede que esa sea la razón por la que no le esté preguntado por lo que le dijo la villana. Alguna respuesta a su problema, pero viéndolo mejor, era requerido esperar que él mismo se lo dijera con mayor tranquilidad, tomarse su tiempo para que tuviera el coraje de compartirlo.

Kirineko (Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora