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Narración Omnisciente

Para la suerte de algunos, la hora de irse al cine llegó más rápido de lo esperado, con una chica frustrada de tener que irse del café de gato, a diferencia del resto que ya sus mentes los rodeaba el tema del cine, pensando en las carteleras y que podía interesarle a todo el grupo para que no hubiera un reclamo, en especial para aquellos más insistentes.

Terminaron por escoger una película de acción que no tardaba mucho en dar comienzo, por lo que tan pronto como pagaron sus entradas, de inmediato fueron a la sala para no hacer más tiempo del necesario.

De manera algo obvia para algunos, terminaron sentándose en los asientos de más atrás, con una vista más que perfecta y sin cabezas estovando la visión, más porque ya estaba lleno el salón al poco tiempo de que el grupo del Bakusquad llegara.

El responsable de llevar una mochila, es decir, Sero, fue quien terminó en el centro de los 5 asientos, lo que terminó en una suerte, teniendo el mejor lugar de todos con la pantalla directa en el centro, por muy mínima que sea la diferencia de los demás. Pero al mismo tiempo, con una tarea de espía a la entrada del cine, pues cargaba una mercancía importante en dicho objeto que fue hecha antes de entrar a los cines.

Lo bueno para todos es que no hubo ningún problema y no hubo una inspección en la mochila del azabache.

No se le puede culpar, qué mejor que ir al cine y traer tu propia comida desde afuera? Y además, quién nunca a cometido ese crimen?

Cada uno con algún aperitivo a su gusto, claro que, también había algo que lo compartirían entre todos. De verdad que parecía un festín que tan solo iba a durar aproximadamente 2 horas de película.

La luz fue apagada y los comerciales daban su entrada, por lo que por mientras sacaban esos aperitivos, una bolsa de papas por ejemplo, o unas doritos picantes, a pedido de un chico de hebras cenizas.

Kirishima estaba emocionado, y lo demostraba con su sonrisa de oreja a oreja, con la alegría de poder ir al cine con sus amigos, con la alegría de haberse ido de ese café que no fue muy bien recibido por los gatos tanto jóvenes como más viejos, con la alegría de poder pasar tiempo con su mejor amigo y por supuesto, de sentarse a su lado y disfrutar su compañía.

En el fondo, sentía que estaba disfrutando su compañía más de lo normal, pero eso no quiere decir que le moleste o desagrade al 100 porciento.

Después de todo, igual no podía dejar de lado lo que pasó ayer por la tarde/noche. Recuerda como fue de incómodo ese encuentro y contacto visual. Y el que casi pensaba que iba a ser golpeado por su mejor amigo, pero eso era el pasado no? Pasado pisado es lo que dicen. Puede estar de nuevo junto al cenizo sin recibir un mal momento otra vez.

-y a ti qué te pasa?- de pronto había recibido esa pregunta, del mismo chico que miraba y lo hacía pensar tanto. Podía ver un lado de su rostro más iluminado gracias a la enorme pantalla que tenían en frente, mientras que por el otro lado ni tanto, pero igual lograba ver algo. Le estaba extendiendo un paquete de frituras, las que el mismo pelirrojo había escogido antes, por lo que las tomó para así hablarle.

-no es nada- fue lo que le respondió para así poner sus ojos sobre la pantalla grande. Viendo claro, de reojo al contrario, quien también hizo la misma acción de observar dicha película, mientras sacaba de vez en cuando alguna fritura de su bolsa de picantes.

La película por fin había comenzado, con el nombre de esta en grande acompañada de una música épica de fondo, como si te indicara que iba a ser espectacular de admirar en las próximas horas. Y claro que estaría contento de poder verla, si no fuera por un detalle en concreto y una presencia que lo alegraba un montón.

Kirineko (Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora