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Narración Omnisciente

Se escuchaba constantemente un ruido agudo, pero para nada molesto al oído. Más aún si sabías de donde provenía, y el saber también el como dicho sonido lo acompañaba un agradable olor. Haciendo que su estómago ruja en el proceso que se te haga agua a la boca, no importaba lo que fuera, porque el solo aroma te genera eso.

Ahí se encontraba Kirishima, llevando todo aquel olor directo a sus pulmones y deleitándose por lo tan placentero que era. Deleitándose en lo sabroso que será el momento de comerlo. Así es, era comida, y hecha por Bakugou.

Estaba tan cerca de aquello que producía el aroma, tanto que podía incluso tomarlo sin ningún problema. Y vaya que lo intento en más de una oportunidad, pero le era imposible por el chico que tenía a su lado, pues con tan solo un movimiento y un golpe en sus manos con una cuchara de madera, bastaba para que la retirara de ahí, seguido claro, de un alarido de dolor.

-deja eso, maldita sea- lo regañaba el contrario.

-es que tengo hambre- se quejaba, berrinchando en el proceso. Sosteniendo su pobre mano golpeada.

-pues en ese caso ten la suficiente paciencia para que esta mierda esté lista- volvió a decir el peli cenizo para seguir concentrado en la comida que preparaba. Claro que, viendo de reojo al mitad gato por cualquier movimiento sospechoso. Cosa que no pasó muy tarde y para nada desapercibida, pues observó el como una de sus manos se acercaba a la comida que se estaba enfriando de a poco- Kirishima- lo llamó por su nombre a modo de amenaza- aleja esa mano de ahí- volvió a insistir, cosa que no llevó a nada pues Kirishima seguía acercando su mano lentamente.

Dio un suspiro de molestia e hizo lo más sensato, que fue alejar el plato de ahí.

-qué pasó?- preguntó el mitad gato despreocupado mirando el plato y parpadeando con cierta lentitud, como si estuviera relajado? Cansado? Era difícil de saber.

-enserio me preguntas eso? Tu sabes bien lo que pasó- le respondía sin realmente mirarle, no quería que se quemara el resto de la comida.

-yo solo estaba estirándome un poco- dio como escusa.

Si claro, estirarse... Con la coincidencia de que al hacer eso, su mano quedaba cerca de la tentación alimenticia, si claro.

-crees que soy estúpido?

-jamás diría eso- no sonó como sarcasmo, pero su propio movimiento corporal le decía que si se estaba burlando de él, pues nuevamente, se tuvo que "estirar" para llegar a tocar el plato de comida.

Y como era de esperarse, nuevamente movió dicho plato para que dejara de tocarlo. Su paciencia estaba llegando a su límite y pronto se iba a acabar, si fuera hasta posible, le saldría una pequeña, o tal vez, una gran vena en su frente por el enojo.

-suficiente!- le gritó al contrario, quien movió sus orejas de gato hacia atrás para disminuir el sonido del grito. Se le podría decir que casi ni se inmutó.

Cuenta hasta 10, cuenta hasta 100!

Ya sin paciencia, dejó el fuego al mínimo de la cocina y tomó a Kirishima de la cintura para levantarlo y dejarlo sobre su hombro, ya estaba cansado.

-pero Bakugou- pudo sentir como el otro alegaba, pero sin la intensión de patalear y bajarse del contrario.

-silencio- le ordenó, mientras se ponía en marcha para ir donde los sillones del living. Tiró a este sobre el sillón más cercano que había, con la suerte del mitad gato de que este era lo bastante suave para no dañarlo- estás castigado- le dijo sonando un poco maternal y luego de eso dio media vuelta para ir de nuevo a la cocina.

Kirineko (Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora