Kazutora no puede recordar algún momento en su infancia donde fuese feliz, creyó por muchos años que el amor era doloroso y que la violencia era la única manera de resolver las cosas. Luego conoció a un grupo de chicos con historias similares a la suya y formaron la Tokyo Manji Kai, podría decirse que ese fue el mejor año de su vida, solo ellos corriendo con sus motocicletas libres por las calles de Tokyo, los golpes ya no dolían, las cicatrices en su corazón no quemaban, se sentía feliz.
Luego pasó lo de Shinichiro, Kazutora estaba en pánico, no recuerda muy bien que pasó aquella fatídica noche, en un momento estaban robando la moto y al otro había sangre, mucha sangre. Baji le hablaba pero él no podía oír nada, creyó que así haría feliz a Mikey, pero solo consiguió arrebatarle a su hermano mayor. El corazón de Kazutora estaba lleno de rencor, culpaba a Manjiro por el resultado de aquella noche, Baji salió en libertad y a él le dieron una condena (reducida pero al fin y al cabo, una condena).
Sus primeros meses en el reformatorio fueron terribles, a veces le llegaban cartas de Baji que le ayudaban a no sentirse tan terriblemente solo, pero eran una ilusión, tendría que esperar otra semana para otra carta, otra semana completa en soledad. Todo aquel que intentó meterse con él aprendió rápidamente que no era la decisión correcta. Los molió a todos a golpes, aunque en el fondo no importará cuan fuerte les golpeará, nada lo hacía sentir menos vacío por dentro. El tiempo pasaba y ya no era consciente de ello, se sentía tan roto, eso solo alimentaba su odio hacia Mikey, era /su/ culpa.
Un día Kazutora conoció a Inui, no le había visto antes, no era que se molestará en recordar rostros, pero era bastante difícil de olvidar con aquella gran cicatriz en su rostro y aquel cabello rubio. No interactuaron mucho, hasta que un día por casualidades de la vida, lo vio pelear, no podía negar que era bastante hábil, pero no fue eso lo que llamó la atención de Kazutora, fue la mirada en sus ojos, esa persona se sentía tan vacía como él. Había perdido algo y su rostro lo expresaba.
Terminó acorralándolo para hablar, quería saber porque en sus ojos no había vida.
Para sorpresa de Kazutora no tuvo que amenazarle u obligarlo a hablar, pese a saber que era un buen peleador no opuso resistencia, quizá también se vio reflejado en él. Inui le contó un poco de su vida, que tenía un mejor amigo llamado Kokonui, que no encajaba con él mundo y sus definiciones de hombre y mujer. También le contó sobre quel día que su hermana y él casi mueren en un incendio y como fue un joven intrépido quien les salvó la vida. Le hablo sobre ese chico, quien era bastante llorón, siempre se metía en problemas, pero siempre tendría tu espalda cubierta sin importar el qué. Por alguna razón Kazutora quería conocerle, la vida volvía a los ojos de Inui cuando hablaba de él, quizá Kazutora podría volver a sentirse vivo con la ayuda del héroe del rubio.
Luego Inui habló de como su amigo se tuvo que mudar, como aquello le destrozó el corazón, sentía que había perdido el rumbo hasta que le conoció, una persona tan amable y pura como aquel héroe; Shinichiro Sano.
Kazutora quedó helado al oír ese nombre, jamás pensó volverlo a escuchar, aquello detonó una bomba en Kazutora, mientras más hablaba Inui sobre lo increíble más nauseabundo se sentía, la razón por la que Inui ya no tenía luz en sus ojos era él, Kazutora había acabado con la vida de la luz del otro.
Nunca pensó en cómo era Shinichiro en vida, tal vez lo hizo para protegerse, la culpa no era un sentimiento con el que le gustaba lidiar, se decía a sí mismo que viviría sin arrepentimiento, pero aquel hecho lo cambió todo, tal vez no fue solo culpa de Mikey, tal vez él sí tuvo que ver en aquel incidente. ¿A cuántas personas les quitó la luz de Shinichiro de sus vidas?, ¿ahora todos se sentirían como él?, ¿igual de rotos?
Kazutora nunca estuvo bien, sólo hubo momentos donde se sintió menos mal, había aprendido que llorar no traía cosas buenas, que los sentimientos sólo te dejaban vulnerable y que la violencia solucionaría todos sus problemas. Por alguna razón algo en él sentía que podía apoyarse en Inui.
Así que le contó todo su pasado, sobre sus padres y el abuso que vivió a diario, sobre la tokyo manji kai y sobre cómo acabo con la vida del Sano mayor. Kazutora después de mucho tiempo se permitió llorar frente a otra persona, esperaba que Inui lo golpeara o que intentara matarlo, por eso cuando sintió que el otro le rodeaba con sus brazos quedó muy confundido, ¿qué era eso?, se sentía cálido, ¿eso era normal?, no podía comprender que pasaba y por qué aquel gesto le dolió más que un golpe.
Se quedaron así por un largo tiempo, Kazutora seguía llorando e Inui se unió a él, era una extraña imagen, dos jóvenes en un reformatorio llorando abrazados, nadie fue testigo de aquel suceso.
Inui por su lado estaba furioso, quería golpearlo, quería gritarle, pero no pudo, porque Kazutora no tuvo a nadie que le comprendiera, nadie que lo amara, nadie que lo guiará, si él no hubiese tenido a Koko, Akane, Takemichi y Shinichiro en su vida, ¿no habría terminado igual?, roto y sin nadie a quien acudir.
Después de aquello, Inui y Kazutora se hicieron amigos, Kazutora tenía un confidente en Inui, si bien siempre tuvo a Baji, este estaba lejos y la verdad le daba miedo volver a verle y que las cosas no fuesen igual entre ellos, nunca lo serían después de lo ocurrido.
Inui le sugirió ir a ver al terapeuta del reformatorio, no esperaba le ayudase, pero quería cambiar, no volvería a cometer los mismos errores.
Con los meses de terapia y la amistad de Inui, Kazutora comprendió por fin que jamás odio a Mikey, solo buscaba a alguien que no fuese él mismo a quien condenar, pues él ya estaba condenado.
Luego Inui cumplió su tiempo y fue liberado del reformatorio, aun así siempre iba a verle cuando no estaba ocupado con la escuela o la recuperación de su hermana. Kazutora estaba muy agradecido por ello, aún le llegaban cartas de Baji pero con menos frecuencia, al parecer tenía un nuevo mejor amigo, esperaba estar enojado, pero estaba aliviado, quería conocer a quien fuese esa persona, después de todo tenía la confianza de Baji y aquello era difícil de ganar.
Pasó el tiempo, siguió yendo a terapia, había progresado bastante, no era tan inestable como cuando empezó, había más claridad en su mente y corazón.
Así que cuando salió e Inui le contacto para formar parte de los Black Dragons estaba sorprendido, aquella era la pandilla de Shinichiro, no sentía que fuese digno de presentarse en aquel lugar, pero le convencieron de que estaría bien, así podría redimirse y avanzar. Además así podría conocer al héroe llorón del que le hablo Inui.
La reunión llegó y estaba muy ansioso, no había pisado ese lugar en dos años, se tranquilizó y conto en su mente, eso siempre le ayudaba (gracias a la terapia por aquello). Inui le reconoció y lo acercó a un chico con un uniforme rojo que resaltaba entre todos los trajes blancos.
-Takemichi, sé que la reunión está por comenzar pero quería presentarte a un amigo que hice en el reformatorio, salió hace unas semanas así que me puse en contacto con él, su nombre es Kazutora-.
Hicieron contacto visual y ¡oh! Dios, aquellos ojos azules eran tan brillantes, tan llenos de vida y esperanza, Kazutora podía entender porque Inui siempre hablaba de él, había algo que hacía que uno quisiera seguirle. No necesitaba conocerle para comprender que estaba dispuesto a dar su vida por este joven.
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Venus Fly Trap (Mikey x Takemichi)
FanfictionMikey ha escuchado mucho sobre el nuevo líder de los Black Dragons pero no tiene idea como se ve el tipo en persona. Por otro lado Takemichi ha estado luchando por construir un lugar seguro para él y sus amigos. ¿Qué pasará cuando estos dos capitane...