¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄𝐒𝐂𝐀𝐏𝐄
• • •
Desdé niño era maltratado por su padre.
Abusaba de él, en muchos sentidos que nadie podría imaginar que ese hombre que se ocultaba de una sonrisa brillante era un hombre cruel qué lo miraba como la cosa más hermosa que la misma porcelana o el cristal más delicado del mundo.
Nadie tenía permitido tocarlo sin su consentimiento.
Hasta que cumplió 18 años, en el cual tuvo que tomar la decisión de abandonar a su madre con ese pervertido qué se hacía llamar 'padre'.
Una vida difícil para un niño que no sabia nada del mundo y lo obligaron a crecer muy rápido.
— Pagame lo que me debes. — la vida no lo trato lindo cuando salio de su casa. Tuvo que prostituirse para poder pagar la renta de su apartamento, si en este momento Hanagaki Takemichi se encontraba trabajando. — Necesito ir a otro trabajo oficial. — miro al hombre que tenía frente a él.
—Takemichi ¿Cuantas veces te diré que salgas de este trabajo?. — saco su cartera para contar el dinero que tenia y pagarle al chico.
— Tengo otra opción más que esta si deseo seguir viviendo. — se agacho para amarrar sus zapatos.
— Yo puedo ayudarte. — se acerco al menor mientras le extendía el dinero.
Él azabache solo lo miro con seriedad. — Tu tienes un esposo, un hijo, una familia a la que amar. — el de orbes dorados solo suspiro.
Takemichi envidiaba a la pareja de ese hombre, tenía algo que el nunca tendría. No podía imaginarse a él con una familia.
Eso se le fue arrebatado por su propio padre en su adolescencia.
— Enserio quiero ayudarte Takemichi, no tengo dobles intenciones lo juro. — suspiro. Saco un cigarrillo para prenderlo y darle la primera calada.
— ¿Cómo planes ayudarme? ¿Divorsiandote de tu esposo y ser un destructor de hogares?. — pregunto con molestia.
— Takemichi, alguien te ha estado buscando desde que escapaste de tu casa. — se congelo.
Al escuchar eso Hanagaki que paralizó porque pensó que su padre volvió para atormentar lo de por vida de nuevo.
—¿Quién era?. — pregunto con voz temblorosa.
— Un hombre moreno, cabello blanco, mirada violeta, bastante alto. — el rubio se quedó pensando un momento, la descripción de ese hombre coincidían con una sola persona que amo cuando era joven.
Un hombre que dio todo por él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
