Mochi Suicida
Narrador Omnipresente
El aire fresco inundó sus pulmones tan pronto bajar del auto, observando con cierta desilusión la pulida entrada perteneciente a la IPS Vampírica, repasando con la mirada los oscuros portones de abundantes detalles y el abreviado tallado con oro en lo alto de las afiladas lanzas que la conformaban.
Esperaba fueran más tétricas como en las películas mundanas.
Se acercó hasta el sistema de comunicación, tocando el timbre que pronto le dio paso a una voz masculina desde el altavoz.
—¿Sí?
—Soy Seiren Takahashi, estudiante voluntaria de parte de la IPS Elemental.
—La estábamos esperando. Sea bienvenida —las puertas se abrieron al instante, cediéndole el paso a una muerte inminente que le provocó un escalofrío placentero, esperando obtener muy buenos resultados para su artículo escolar.
Los vampiros eran las criaturas que más le inquietaban del mundo sobrenatural.
E iba a exponerlas.
Desde sus pies, una leve ventisca la recorrió por completo con el único objetivo de capturar el aroma humano, y dispersarlo por todo el territorio de las Instalaciones vampírica, volviendo locos a los nuevos estudiantes. Inevitablemente comenzó a escribir y tomar fotografías del lugar a su alrededor, siendo observada desde una de las ventanas de la torre por una mujer cuyos orbes eran poseídos por el rojo de la sangre, ganándose su seriedad e inmediato disgusto.
—Wow —no pudo evitar alagar tan pronto intentar mantener su vista en el ápice del castillo, cegada por los rayos del sol que se abrían paso entre los agujeros de las hojas en los árboles obstructores —. Esto será interesante.
Al instante las puertas fueron abiertas para ella, mostrándose confusa al no encontrar a nadie para recibirla sino hasta que estuvo dentro, cerrándose los altos portones a sus espaldas y dejándola cautiva dentro de tan escalofriante lugar.
—Bienvenida, señorita Takahashi. Permítame presentarme —los oscuros orbes observaron la imponente postura del hombre que apareció repentinamente en su campo de visión, sobresaltándose y retrocediendo unos pasos, sonriendo en modo de disculpa al mayor que le tendió una mano cordial —, soy el director de estas Instalaciones, Cairo Myers —aceptó su mano, sintiendo un escalofrío como respuesta a la baja temperatura del tacto —. Agradezco su presencia voluntaria en el día de hoy.
—Es un gusto para mí que me permita estar aquí.
Cairo, con un gesto de su mano la incitó a seguirlo, guiándola por el lugar entre penumbras iluminadas únicamente con la ayuda de una que otra vela además de las que descansaban en los altos candelabros del techo y paredes, suponiendo era una edificación demasiado antigua como para intentar insertarle electricidad a diferencia de a los dormitorios.
—Un estudiante estará asignado de su cuidado y compañía por las próximas horas.
De hecho, esperaba poder hacer travesuras sin un vigilante pisándole los talones.
—Se encargará de mostrarle el castillo. Siéntase libre de pedir lo que quiera en la cafetería.
Había traído su propio almuerzo.
—Lo haré, gracias.
Incómodo.
—Kyoko Sato será quien la acompañe el día de hoy —la nombrada se incorporó de los primeros peldaños de una aparente subida infinita, de ambarinos orbes y largos cabellos teñidos de blanco en total desacuerdo con las oscuras y abundantes cejas, observándola en silencio —. Si me disculpan.
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Reina de los Vampiros
FantasyInstituto de Aprendices. En estos establecimientos se les instruye a sus residentes los diferentes estilos de vida que llevan criaturas o entidades enlazadas al mundo sobrenatural tales como licántropos, vampiros, magos o elementos, preparándolos p...