Voraz
Adentré el pequeño dulce en mi boca, siendo su sabor casi imperceptible para mi sentido del gusto mientras observaba a Stan anotar algunas cosas en la libreta que casi siempre llevaba con él, encontrándose resguardado en un gran salón de presidencia estudiantil tras un impecable escritorio, dándome una idea de cómo era con solo observarlo.
La segunda pieza del uniforme masculino no era muy diferente del femenino, exceptuando el fular y el chaleco de tirantes hasta la altura del busto femenino, rodeando el resto del material la espalda y abdomen bajo el pecho.
El chaleco de los hombres era rojo, abrazaba por completo su pecho, espalda y hombros, de botones cruzados y decoraciones, resaltando sus posturas. Pantalones de vestir, camisa oscura de botones altos y zapatos de cuero, o puntiagudos, como me gustaba llamarle.
En la primera pieza, el chaleco mostraba más parte del pecho, brindándole espacio a un corbatín de ruedos negro junto a un saco de cola hasta la parte baja de la cadera.
Dejé de analizarlo cuando su mirada ligeramente sorprendida se volvió en mi dirección, dejando de darme la espalda.
—¿Postularás para el puesto de presidente estudiantil? —asentí, aprovechando el inicio del primer descanso para hablar con él sobre el tema que se ejecutaría en unos días. Se cruzó de brazos, cuestionable — ¿Nivel de defensa personal?
—Básico —su cara se deformó haciéndome reír —. No era muy atlética en la preparatoria, ¿De acuerdo?
—¿Cómo puedes desear un puesto al que ni siquiera puedes llegar? SIN Daphne —recalcó.
—Gracias por eso, AMIGO.
—Sin contar que eres nueva en la IPS y no sabes nada de sus tradiciones u otras cosas ya que solo llevas aquí dos meses, por no decir que aún no te acostumbras a este estilo de vida —dijo con total libertad al encontrarnos solos en el lugar.
—Me he estado esforzando en la biblioteca.
—Sí, y te será mucho más difícil encargándote tanto de tus estudios como de la presidencia y lo que esto conlleva, ya que el tiempo no es muy favorable con el método de estudio del director.
—¡Luna! —exclamé con cansancio, elevando los brazos e incorporándome en el ruego por algo de positivismo de parte de aquel muchacho — Vine en busca de tu apoyo moral y solo me estás dando bajas.
—Perdón por no mentirte y pintarte todo de rosas —presentí su vomito verbal estaba por volver a ser escupido, razón por la que me acerqué antes de que se alterara, sin dejar de hablar — ¿Crees que mi trabajo es fácil siendo solo el vicepresidente? Finalmente podré descansar de estas responsabilidades de mierda, respirar aire fresco y, no sé, concentrarme en otras actividades además de los benditos estud... ¿qué haces? —su voz se fue apagando conforme acortaba las distancias, observándome atento antes de volver la vista al suelo.
—Es que tus zapatos están muy brillosos.
Evité reír por su exclamación ante mis botas pisando los puntiagudos zapatos, obsesivo con el orden de las cosas y una de ellas era su impecable apariencia a excepción del despeinado cabello oculto tras un oscuro sombrero, el cual le arrebaté para acomodarlo sobre mi cabeza mientras lo veía limpiar nuevamente el calzado, resoplando.
—Stan, necesito hacer esto. He descubierto que tengo un lugar al cual pertenecer después de todo y con ello viene una nueva responsabilidad, lo sabes más que nadie, y necesito prepararme para ello. La presidencia en la IPS de Vampiros es una gran oportunidad. Tan solo... necesito unos consejos de tu parte.
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Reina de los Vampiros
FantasíaInstituto de Aprendices. En estos establecimientos se les instruye a sus residentes los diferentes estilos de vida que llevan criaturas o entidades enlazadas al mundo sobrenatural tales como licántropos, vampiros, magos o elementos, preparándolos p...