Mi piel encendida, mis pupilas que hasta podía jurar que estaban dilatadas. Todo y eso más tenía cuando me pidió que me siente con él.
Movía mi pierna frenéticamente bajo la mesa, sintiendo los nervios andar por todo mi cuerpo inferior. Tenía justo a Lee Jeno en frente a mis narices. Lo tuve en frente casi todo el tiempo, y nunca me había dado cuenta.
─T-Te vi en el supermercado... ─Suspiré, mientras tiraba mis mechones de pelo hacía atrás, pegando mi espalda contra la silla en el proceso─. Es muy raro que no haya recordado tu rostro. Lo siento.
─No importa, supongo que no prestaste demasiada atención. ─Él me dijo, y yo sentí que todo el calor corporal se me instalaba justo en las mejillas. ¿Era aquello un reclamo?
Yo sólo pude asentir, mientras se me formaba una sonrisa que parecía más una mueca que una misma.
Podía sentir que hasta mi lobo se estaba aburriendo de esto. Así que empecé una conversación que más bien era un escape.
─Bueno... no tenía planeado encontrarte ─Le dije, mientras sutilmente, entre mis dulces palabras, le insinuaba que me iría─, así que, el tema del trabajo... quizá lo hablamos otro día, ¿sí?
Con la más mala de las educaciones me levanté, teniendo como objetivo pintarme detrás del mostrador hasta que él se vaya. Una mano en mi muñeca me lo impidió, voltéandome hacia atrás.
─¡Espera... Jaemin! La cafetería cierra ahora, ¿no? ─Él me preguntó. Yo asentí, temiendo por lo que quizá diría─. Te acompaño hasta donde vivas. No tengo molestias.
Me mordí mi labio inferior, viendo hacía Doyoung, que estaba como expectante de circo detrás del mostrador. Movió sus manos que se habían vuelto pulgares arriba. Me empecé a reír, nervioso de tener que ir con Jeno hasta mi hogar. Y también, nervioso por lo que me diría.
Me volteé hacía él. Este, más vivaz riéndose de Doyoung y tal vez, de mi pulcro sufrimiento.
Me despedí de hyung, yendo directo a la salida con Jeno. Nosotros, chocándonos los hombros. Derecho e izquierdo.
Sin darme cuenta, la noche se volvió nuestra. No de las preocupaciones, ni de las responsabilidades. Sólo nuestra. Eramos ella y nosotros. La noche, Jeno y yo.
[...]
JENO
No sé de donde saqué esa confianza para solicitar acompañar a Jaemin hacía su casa, pero estoy más que satisfecho con ella.
Caminábamos por varias calles vacías. Las luces de los faroles y la luna nos acompañaban a los dos. Y yo, era otro Jeno. Uno muy diferente al Jeno confiado que se presentó salvajemente en la cafetería. Muy diferente. Como dos líneas paralelas, que en ningún momento hubieran podido ser tales.
Lo vi a él. Su nariz un poco roja debido al frío. Me dio ternura. Todo de él me provocaba algo que no podía controlar.
Nuestros hombros chocando. Su aroma viajando vivazmente por todo mi cuerpo, volviéndome loco en sólo un par de segundos.
Me sentía tan tranquilo y natural al lado de él, que era casi mágico. Como de esas cosas que no pueden pasar en la vida real, pero que viene una persona y te puede mostrar todas las maravillas con las que alguna vez soñaste. Eso y más.
No sentí ningún vacío en mi pecho, y eso fue más que suficiente.
Suficiente para hacerme ver que, quizá, y sólo quizá, podía romper la rutina, y crear algo nuevo. Algo en lo que pueda ser yo y sólo yo. Disfrutarme y disfrutar de los demás. Compartir lo que nunca compartí, y hablar de lo que nunca pude hablar.
Mi estómago picó, mi lobo aulló en mi pecho, y como si lo hubiera hecho en la vida real, en voz alta; Jaemin me miró, expectante hacía mí con esos ojos color marrón oscuro. Las luces se reflejaban en ellos, haciendo de los mismos todo un espectáculo para mí y mi lobito. Este sólo pudo aullar y revolotear por todo mi ser. Hasta puedo jurar que estaba más nervioso y emocionado que yo.
Pude sentir su olor más intenso. Su lobo dando ligeros lloriqueos por mí y por el canino que se encontraba en mi interior. Sólo pude darle una sonrisa sincera, cerrando un poco mis ojos, haciéndolos medias lunas.
Vi como sus mejillas se tiñeron de rojo, mientras soltaba una pequeña risa. Humedeció su labio inferior antes de morderlo, como si quisiera no sonreír tanto.
Yo no pude sacar su lindo rostro de mi mente en toda la noche.
Acostado en mi cama, esperaba e imaginaba, impacientemente, el momento en el que nos volvieramos a juntar.
[...]
JAEMIN
Maldito Doyoung, maldito lobo y, por qué no, maldito yo.
Malditos por haberme impulsado a caminar con Jeno, que estaba seguro de que con solo un simple chasquido me tendría a sus pies, suspirando, como si él fuera mi primer amor.
¿Amor? Perdiste la cabeza, Na Jaemin.
Lo mío con Jeno era sólo atracción. Claro. Pura atracción. Nada más.
Me sacó de mi iluso mundo al carrasparear, volteando su mirada hacía mí─. ¿Tu lobo siempre hace eso?
Pude escuchar su voz, disipando todos los pensamientos. Yo sólo me fijaba en sus facciones perfectas; tenía un lunar en su pómulo, un poco más arriba, muy cerca de su ojo.
Mientras, él me miró con ojos expectantes. Miré mi ropa, me toqué mis mejillas, me revolví el pelo. ¿Acaso me había preguntado algo?
─¿Huh?
Él relajó sus facciones, empezando a reír vagamente, y yo, como payaso, tratando de adentrarme en aquella corriente.
─Te pregunté si tu lobo hace eso seguido. Lo de lloriquear. Mi lobo y yo lo sentimos.
─Uh, lo siento, no presté atención. ─Intenté alivianar el ambiente de estúpido que tenía, y seguí hablando─. Y, no. Normalmente no hace eso, él sólo se encarga de volverme loco. Es un rabioso.
Otro lloriqueo. Mis mejillas aún sonrosadas, porque, literalmente, mi lobo estaba pidiendo por el cariño de Jeno.
Miré al que nunca paro de mirar. Sonreía por mi, tal vez, "ternura". Yo sólo quería que mi lobo se callara de una buena vez.

ESTÁS LEYENDO
¡omega for sale! nomin
FanfictionJeno quiere encontrar algo entretenido con el qué saciarse, pero termina encontrando una página web muy extraña y un poco morbosa. ⠀ ⠀• © por @Iagunas ⠀• historia débil. sobrevive solo porque yo lo digo. ‼️: #8 en nomin, 19/11/21 ‼️: #7 en jaemin, 2...