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Caminaba sin seguridad a lado de él, y es qué cómo no, si hace unos segundos estaba casi implorando a quién sea que esté arriba, que me traiga a mi beta de vuelta, que lo extrañaba y que no sabía qué hacer.

Y aquí me ven, mis piernas delgadas casi flaqueando por tenerlo al lado mío, tan íntimo como siempre en las noches. En las noches en las que me acompañó... ¡y no puedo dejar de pensar en él que en algún momento—

─Te extrañé, Jaemin.

Cómo seguía diciendo: y no puedo dejar de pensar en él que en algún momento va a hablarme... Espera, ¿qué?

─¿Qué?

─Que te extrañé, te extrañé mucho.

─Ah... Yo también.

─Ah.

Y la conversación murió ahí, ¿o yo la habré matado? Dije lo que pensaba, eso era más que suficiente. Dije que lo extrañaba pero no parezco como si fuera así... ¿y si duda de mí? Oh, no quiero que dude de mí. ¡Quiero que me quiera! quiero que me envuelva en él y en su olor, que me bese y que me abrace hasta dormirnos, y por qué no, que también nos abrace el sol al amanecer juntos.
No me importaba la manera, sólo quería estar con él.

Llegamos hasta el umbral de mi casa y... ¿ya dije que todo esto se sentía como un deja vú? Se sentía demasiado como uno.

Lo invité a pasar haciendo un movimiento raro de cabeza. No pensé en cocinar, sólo me desplomé en el sofá soltando un suspiro que pareció decir más que mil palabras, ya que Jeno rápidamente tomó lugar a mi lado.

Su ropa se sentía fría, que hacía contacto con mi hombro pasando de largo la fina tela de mi uniforme de la cafetería.
Lo sentí acercarse más cuando dí indicios de caer dormido allí mismo.

─Tengo mucho sueño... ─Froté mis ojos y sentí de nuevo ese fino hilo de su aroma. Manzanilla y melón.

En realidad, sí tenía sueño, y mucho. Tenía sueño por diferentes razones, pero destacaba el no poder dormir por pensar en cierta persona.

Cierta persona está acariciándome el pelo en éste momento. Lo siento tan cerca que me es inevitable controlar mi respiración que termina sonando tan errática y, obviamente, deja en claro que él causa algo en mí.

Cierro los ojos y siento como Jeno pasaba su brazo por mis hombros, pero de manera en que quedaba apresado de él, como si quisiera resguardarme.

Sé que él quiere hablar y yo sólo quiero escucharlo, pero él debe pensar que no quiero hablar ni escucharlo. Me frustra. Me frustra saber lo que quiero y a la vez no. Me frustra el no poder hablar de las cosas con facilidad, y menos facilidad tendría con él mirándome con esos ojos, sonriendo de lado y yo mirando todo su rostro hasta dar de nuevo con sus ojos para encontrarme con dos lunas perfectamente colocadas.

─Si quieres hablar, yo–

─Está bien... digo, sí, quiero hablar, pero más quiero abrazarte hasta dormirnos.

'Quiero que me abrace hasta dormirnos' repito una y otra vez en mi cabeza y sonrío, y finalmente puedo decir que estoy enamorado de Lee Jeno.

─Me gustas, Jeno. Estoy enamorado de ti.

Cierro los ojos para no poder ver ninguna cosa que me hiera de frente, pero en vez de eso, escucho una risita ligera.
Y por fin siento mi espalda ligera; mis párpados se levantan de a poco y diviso que me ve con asombro pero sin quitar esa linda sonrisa de su cara, siento que me abraza y yo lo abrazo. Nos quedamos así.

─Yo también, Jaemin. También me gustas, y también estoy enamorado de ti.

Suelto un suspiro y al rato él suelta otro y nos reímos de la simplicidad del asunto.

Y seguimos abrazados.

Y nos abrazamos hasta dormirnos.

¡omega for sale! nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora