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El sol estrellaba en la pequeña y caliente espalda de Jaemin desde la ventana de la habitación. Jeno tenía la cabeza del omega en su pecho, aguardandolo entre sus brazos. Él sentía la respiración del contrario chocar contra su pecho.

─Jaemin, ¿estás despierto?

Escuchó un murmuro casi nulo que se escondía entre su cuerpo y las sábanas, mientras Jaemin se removía en su lugar, probablemente tratando de buscar nuevamente una posición cómoda para volver a dormir.

─Quisiera no estarlo. ─Enfrentó los ojos del beta mientras sonreía débilmente.

Voz ronca, pelo desordenado y ojos tímidos. de encontrarse con él. Todo eso y más le daba los buenos días a Jeno.

[...]

Apesar del lindo beso de buenos días, ahora la casa se encontraba en silencio. Pulcro silencio. Sin contar el tóxico "buen ánimo" de Jaemin.

Sí, Jeno lo había notado.

Notó que Jaemin no tenía intenciones de hablar del tema pendiente de ayer a la noche, pero esto no podía quedarse así, ¿verdad?
Tendría que disculparse por... dejarlo de lado en la fiesta.

Pero el problema era que..

─Uh, Jaemin... verás, quería ha–─El nombrado lo interrumpe abruptamente, viniendo hacía él con una sonrisa superficial.

─Perdona, Jeno... ¿quieres hotcakes? Me olvidé preguntarte porque... bueno, ya sabrás. Soy muy distraído y a veces no me percato de lo que pasa a mi alrededor, y a veces también tiendo a hablar de más para afrontar los problemas, ya sabes. Cosas que hacemos todos.

Veía al chico estático frente a él, casi como si quisiera decirle algo que para su mente, al menos ahora, está prohibido siquiera pensarlo.

─Jaemin... Tenemos que hablar de ello, no pienses que–

Un estruendo recorrió su cuerpo y paró en su espalda, dándole escalofríos e inmutandolo de a poco. ¿Qué había sido eso?

─Por favor, Jeno, no quiero hablar de ello... no ahora.

Agrandó un poco sus ojos en ligera confusión. ¿Qué...?

Rápidamente, la persona que se hallaba delante de él, surcó de la cocina a la puerta principal, cogió un saco y salió de la casa a toda prisa.

Sólo pudo soltar la humeante taza de café en sus manos, pasarse las mismas por su cien y frente, intentando calmar cualquier fuerte emoción que intente salir de, la ahora, turbulenta agua.

[...]

─No te preocupes, Jaemin... y, ¿estás seguro de que estás bien?

Doyoung se encontraba preocupado desde que Jaemin se había proclamado al llegar tarde. Toda su estadía y conversaciones en la cocina al preparar los pedidos constó de palabras como: "Sí", "Está bien", "No", "Tal vez".
Ninguna respuesta se sentía sincera. Nada se sentía vivo de alguna manera.

─¿Lo dices por mis ojos hinchados, o por otra cosa?

─Vamos, Jaemin, sabes que puedes contar conmigo. No te juzgaré.

Esas palabras fueron aliento y bienvenida a el intenso desahogo que Jaemin sostenía en sus cuerdas vocales. Ágil y duramente atadas aquellas estaban.

Llegando a su casa, lo único que pudo hacer fue ir a dormir, arroparse con todas las mantas que lo dejaban casi asfixiado, pero a la vez muy calentito.

Buenas noches, Jaemin.
¿Malas?

[...]

hola, bueno... eso.
perdón, tuve DEMASIADOS problemas, hasta más serios que un simple "bloqueo".

¡omega for sale! nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora