12

691 82 5
                                        

💬 capítulo largo (.◜◡◝)

El sonido de la música fuerte y clara casi los ensordeció, y Jeno buscaba a su primo para darle las muy buenas felicitaciones.

Oh, sí. Buscaba a alguien en medio de apróximadamente 150 personas y olores, en un salón que era el doble de grande de su departamento. No, quizá, el triple; pero estaba bien, tenía una ventaja. Yukhei siempre fue remarcado por su estatura, podría diferenciarlo entre toda la multitud.

Y atrás, Jaemin miraba expectante, encendido, emocionado, el que la mano de Jeno y la suya, estuvieran completamente unidas.

Y eso había sido porque Jeno no planeaba dejar "plantado" a Jaemin en medio de personas que no conocía en absoluto.
No, no. Jeno haría que Jaemin se divirtiera en aquella noche.

─¡Yukhei!, cuanto tiempo sin verte. Felicitaciones, para ti y para Jungwoo. ─Jeno sonrió, eufórico. Extrañaba demasiado ver a Yukhei, quien había casi plenamente desaparecido al empezar sus estudios de medicina.

─Muchas gracias, JenJen. Y sí, yo también te extrañé.

Mutuamente se sonrieron y abrazaron, y Jaemin era expectante a todo aquello, esperando a que Jeno haga el tan esperado "Este es Jaemin, mi..."

La tan anhelada palabra parecía ser oro a descubrir para Jaemin, pues que Jeno le presentara formalmente como algo suyo, parecía ser un sueño.
El más inverosímil de los sueños.

─Oh... Yukhei, él es Jaemin, una persona bastante importante para mí. ─Sonrió a la par que hacía señas de "miralo".

Jaemin sintió su piel encender, y, escondida entre todo el rubor y la pura vergüenza, se encontraba una pequeña sonrisa y un lobo que no dejaba de revolotear y decir "¡es nuestro!". Empezó, sin intención, a soltar pocas feromonas, mientras sentía un brazo rodeando su cadera del lado derecho. Un tacto que ardía y satisfacía a la vez.

─Oh, ya entiendo. Un gusto grande, Jaemin. Gracias por hacer feliz a mi primo, y por favor, cuídalo, tiende a pescar resfríados muy seguido. ─su risa concordó con el ambiente encantador que se había formado, y junto a ella, la de Jeno y Jaemin aparecieron.

[...]

La escena de Jungwoo estampando un poco de pastel en la cara de Yukhei fue linda. Linda y desastroza.

Tuvieron el honor de conocer al omega que le ponía las riendas a Yukhei, y sin esfuerzo, Kim Jungwoo se ganó su confianza 2x1.

Se presentó como alguien que seguía su sueño de ser modelo, alguien que se esforzaba mucho en la vida. Además de que agregó que, conocer a Yukhei, fue una puerta a un mundo de hadas. Su perdición, y a la vez, salvación.
Un amor tan puro que perdurará para siempre era el de Yukhei y Jungwoo.

Feliz como un perrito (un lobo, en este caso), Jeno compartía copas con algunos amigos que no había visto en cantidad de años.
Amigos del instituto, quienes cada uno de ellos había tomado su camino en la vida. Algunos con pareja, otros ya comprometidos.
Fuera quien fuera el que se casara con alguno, Jeno deseaba que por siempre lo amara al que alguna vez había sido tan amable con él en sus años de instituto.

Mientras, Jaemin, se encontraba enmudecido.
Una palabra o sonrisa sutil aparecía de vez en cuando, pero nada que sobrepase aquella raya.

Jaemin amaba más hablar que escuchar, pero eso era cuando él era el único que parecía tener algo de que hablar y también el único en no tener intenciones de parar de hacerlo.
Lo aceptaba, amaba que lo escucharan. Por eso, ahora, en aquella mesa redonda con un mantel blanco, se encogió del hablar sin darse cuenta; como si quemara. Como si hablar era dar un paso en falso y él, al dar aquel paso, caería por la borda.

¡omega for sale! nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora