03

1.1K 140 3
                                        

─¡Lo sé Jiwoo! pero sabes que no puedo hacer tres turnos. Me moriría aquí, y créeme que un basurero es mejor lugar para morir que esto.

Jeno sonrió con sus ojos y boca, esperando el tan acostumbrado regaño que le propinaba Jiwoo, una joven alfa, su compañera de trabajo, y también, una gran amiga.

─No me mires así... Sabes que no me resisto a tu eyesmile. ─La rubia suspiró, alejando su mirada y colocando sus manos en sus caderas con una imagen de "vete a la mierda"─. Está bien, Jeno-ah... probablemente le diré a Jungwon que haga aquellos turnos, después de todo, él sólo tiene que encargarse de eso.

Tan pronto como terminó de decir aquello, la alfa y su ya conocido aroma se perdió entre las grandes cajas del almacén que tenían en el supermercado.
Jeno suspiró, aliviado de no tener que quedarse hasta altas horas en el trabajo.

Lee no tenía otros compromisos bastante importantes como para dejar ir horas de trabajo, aunque el trabajo estaba quitando gran parte de su tiempo, y eso no le gustaba en absoluto.

Jeno no había logrado estudiar debido a su muy mal estado económico, y, aún pasando por esa horrible situación, él nunca le vio el lado malo a la vida y a lo que esta le ponía en medio de su camino.

Ante los problemas cotidianos siempre se mostraba fuerte, bastante ligero al convencerse de que todo esto también pasaría, y así, saliendo de uno de los muchos altibajos.

Era mejor decir que él fue su propio fuerte, ¿no? Sí. Él fue su propio fuerte.

[...]

La campanita sonó, indicando que un cliente había entrado y que yo tenía que volver a pegarme a la caja registradora para atenderle.

Entró y... Maldita sea.

¡Na Jaemin!, ¡el omega de esa página web morbosa!

Lo veía andar de aquí para allá, metiendo cosas en la canasta que la tienda les ofrecía a los clientes, mientras yo estaba que me moría de los nervios, tratando de esconderme tras el mostrador.

Su exquisito aroma estaba embriagando cada uno de mis cinco sentidos, haciéndome sentir nervios.

─Ok, ok... Calm down, relax, okay? ─Yo, con mi inglés muy imperfecto, trataba de calmarme aunque sea un poco.

Me ponía nervioso verlo a él, aún sin siquiera haberlo conocido. Se veía tan inalcanzable.

Me agarró justo en medio de mi crisis, ya que se acercó a la caja y dejó sus cosas para que haga mi trabajo.

Lo miré tanto tiempo, inmutandome, que él lo notó y me sonrió. Dios.

Su pelo blanco parecía ser aún más suave. Su piel era un poco trigueña, mientras sus labios dejaban ver sus lindos dientes que me recordaban a un conejito. Su bonito olor se adueñó completamente de mis fosas nasales, haciendo a mi lobito aullar y revolotear en mi interior.

Meneé mi cabeza de lado a lado, recordando que es lo que tenía que hacer. Agarré producto por producto y los pasé con el detector de barra, tratando de mantener mi vista en bajo. No quería que me viera nervioso.

Él, por suerte, estaba tan sumido en su celular que ni siquiera volteó a verme después de saludarme. Le di sus cosas, diciéndole el precio total.

Dejó el dinero sobre mi mesa de trabajo, mirándome otra vez, con esos ojos tan encantadores, formando otra de esas sonrisas que me habían enamorado por completo.

No dejé de mirarlo, y parece que lo notó demasiado, ya que soltó una pequeña risa, mientras baja su mirada de mí, haciendo sus labios formar una línea después de humedecerlos.

Agarró sus cosas y se fue, mientras yo seguía con la respiración agitada.

Las olas de calor debido al nerviosismo ardían en mi piel, para después instalarse en mis orejas y no irse hasta en un rato largo.

─¿Por qué mierda tienes las orejas rojas?, además... hueles un poco raro, por no decir muy. ─Me preguntó Jiwoo mientras se ubicaba atrás mío, olfateándome y tocando una de mis orejas.

─¡N-Nada! nada... ¿y si fuera así, p-por qué te incumbiría?

Jiwoo abrió su boca y frunció su ceño, para después golpearme levemente mi brazo con su puño, mientras echaba fuego de sus ojos por yo haberle respondido de esa manera.

─Perdón, Jiwoo... es sólo que, creo que me enamoré de un omega con el que ni siquiera he hablado. ─Dejé salir aquellas palabras, mientras postraba mi frente en el mostrador de la tienda.

─Mm... Bueno, no diría que eso es algo que pase seguido, pero no es imposible. ─Me sonrió y levantó sus hombros─. ¡Adivino! fue... ¡ese omeguita de pelo blanco! tenía un olor muy deseable, te comprendo.

Me levanté rápidamente de la silla para tapar su boca con mi mano, haciendola [*]trastabillar hacía atrás.

─Cállate, cállate, cállate y cállate.

Ella sólo se rió de mi sufrimiento, mientras yo revolvía mi pelo en un intento inútil de calmar mis locos pensamientos sobre aquél omega.

🔋♻️🧃

[*]trastabillar: golpear involuntariamente con el pie contra un obstáculo o contra el suelo al ir caminando o corriendo, de modo que se pierde el equilibrio.

gracias por leer<3

¡omega for sale! nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora