Veintiuno

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KyungSoo

Tenía la boca seca.

Mi lengua era como papel de lija y mis labios estaban hinchados y cortados.

Traté de abrir un ojo, el párpado era como plomo. Miré la extraña habitación. Estaba oscuro. Mi respiración se aceleró cuando traté de recordar dónde estaba. Y entonces mis ojos aterrizaron en un espacio despejado al otro lado de la habitación. Un lugar despejado cubierto con un plástico... residuos de sangre salpicaban las paredes.

Mi mente corrió.

La playa.

Kai... JongIn.

Recordándolo.

El gimnasio.

KiBang...

¡KiBang!

Un sollozo lleno de dolor se escapó de mi boca cuando recordé la noche anterior.

¡Kris!

¡No!

Kris nos había descubierto a Kai y a mí. Había amenazado a KiBang y KiBang... no, KiBang murió tratando de protegerme.

Las lágrimas caían fuertemente de mis ojos, la tristeza me abrumaba. Me obligué a levantarme de la cama. Cada parte de mí dolía, mis pantalones enrollados en mis rodillas, mi piel cubierta con sangre y moretones... Me había golpeado casi hasta la muerte.

De repente sentí náuseas, me apresuré al borde de la cama y vomité por todo el suelo, mi cabeza latía como un tambor.

Apenas podía ver algo.

Un tic-tac incesante me provocó una mueca de dolor, los pequeños pitidos destrozaban mi cerebro. Lentamente giré la cabeza a la izquierda, solo para ver un reloj viejo en una mesita maltratada. Miré al frente, vi la hora, sabiendo lo que significaba para mí.

Traté de enfocar mi atención en lo que era, bajé la mejilla a las sábanas sucias. Vi la segunda manecilla moverse, mis párpados cerrándose con cada tic cuando, de repente, The Dungeon me vino a la cabeza y me quedé quieto.

¡El campeonato de The Dungeon!

Mi pecho se volvió pensado mientras miraba el tiempo. ¡Kris y JongIn estaban a punto de pelear!

Obligándome a levantarme, me costó mucho calmar mi respiración por el dolor, me las arreglé para ponerme de pie. Cuando lo conseguí, lloraba por el dolor insoportable, lentamente arreglé mis pantalones y me coloque los restos de mi camisa; vi mis zapatos y mi chaqueta arrojados descuidadamente en el suelo.

Fue una lucha, pero cuando hice todo, fui a la puerta, apoyándome con una mano en la pared para guiar mis pasos y mantenerme en pie.

No tenía ni idea de dónde estaba. Sabía que estaba cerca de los muelles, pero no sabía el lugar exacto.

Por suerte la puerta estaba cerrada por dentro. Kris obviamente pensó que no sería capaz de moverme después de su castigo o de lo contrario me habría encerrado. Pero necesitaba llegar al The Dungeon. No tenía elección.

Abrí la puerta principal, el calor, la brisa salada inmediatamente me golpeó el rostro y grité cuando hizo que picaran mis heridas. Agachando la cabeza, seguí caminando hacia delante, orando por encontrar un teléfono. Caminé y caminé por lo que se sintió como una eternidad, mi cuerpo estaba cansado, la parte superior de mis muslos quemaba con cada paso.

Esa sensación casi me hizo llorar otra vez... Kris me había violado, me golpeó. Mi prometido casi me mata.

Todos estos años defendiéndolo, sometiéndome a él cuando yo, cuando todos, sabíamos que Kris estaba perturbado... Kris era un asesino psicópata. El hecho de que era el gran heredero Kkangpae ya no podía disfrazar esa verdad.

Lost Fighter ||KaiSoo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora