Veinte

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KAI

—Tines esto, Kai —dijo JaeWon mientras me levantaba del suelo, calentando mis músculos, la pelea solo a unos minutos de comenzar. Había entrenado todo el día. Bloqueado todo de mi mente a excepción de una cosa... Matar a Wu.

Podía escuchar el rugido de la multitud; sonaba más grande que noches anteriores. Era el final, la última pelea hasta la muerte, "The Dungeon Championship".

Kai contra El Carnicero.

—Tiene fuerza y experiencia, pero tú también. Tiene velocidad y habilidad, pero tú eres más avanzado. Es incomparable con una daga, pero nadie te supera con tus puños americanos con púas. Está loco, pero Kai... —JaeWon se detuvo frente a mí mientras saltaba y comenzaba a luchar contra el saco de boxeo. JaeWon se estiró y sostuvo el saco, forzándome a levantar la vista—. Pero tú estás aquí por venganza. Nada siquiera se acerca a eso.

Gruñí en acuerdo, mis músculos encendiéndose con sus palabras. Lo único que haría esto mejor era KyungSoo. Dijo que vendría y me vería antes de la pelea, pero por ahora no había aparecido.

—¿KyungSoo? —le pregunté a JaeWon mientras golpeaba el cuero de la bolsa con mis puños vendados.

Se encogió de hombros y negó:

—Aún no está aquí. Ni siquiera está con Wu.

Eso hizo que me detuviera. KyungSoo siempre estaba en el gimnasio cuando entrenábamos. Siempre estaba con Wu antes de una pelea. ¿Dónde demonios podría estar?

Una bofetada en mi mejilla me sacó de ello y gruñí cuando JaeWon retiró su mano.

—Concéntrate, Kai. Es esto, esta es tu oportunidad. Es a vida o muerte allí afuera, saca a KyungSoo de tu cabeza.

—Lo sé —gruñí, su bofetada empujándome de vuelta a un mundo de ira.

—Bien —dijo JaeWon—, porque hay más además de ti que quieren que Wu se vaya.

Miré a JaeWon, sus ojos lechosos clavados en los míos.

—Ha hecho muchos enemigos, Kai. Esas personas allí afuera son como lobos hambrientos. Eres el primer contrincante real que Kris ha tenido. Solo ha jugado con los otros como un tigre juega con su comida, pero contigo, todos sabemos que podrías ser quien lo matara. —JaeWon se acercó y puso una mano en mi hombro—. Puedes ser el que mate al heredero Kkangpae. Hay más que solo apostadores aquí esta noche, hijo. La Mafia italiana, japonesa, los checos y los chinos quieren ver si los Kkangpae serán dejados vulnerables por tu victoria.

La confusión nubló mi mente. Sabía que incluso con Wu muerto aún habría un heredero, pero no podía imaginarme quién.

Un golpe en la puerta me dijo que era el momento. Es momento de derribar a Wu.

Rodando mi cuello de un lado a otro, aflojé mis hombros y caminé hacia la banca para tomar mis nudillos de metal. Las deslicé en su lugar, el frio metal sintiéndose como una extensión de mí.

El rugido de la multitud aumentó, mis pies meciéndose de un lado a otro. Cerré mis ojos y visualicé ganar. Visualicé a Wu debajo de mí, llevándose la peor parte de mis golpes fatales. Visualicé el momento en que sus ojos perdían la vida y su negro corazón se detenía.

—¿Estás listo, Kai?

Parpadeé para recuperar mi foco en el aquí y ahora. JaeWon estaba de pie frente a mí.

Asentí.

Estaba más que malditamente listo para terminar con la vida de Kris Wu. Estuve listo durante doce años. Estos eran doce años de retraso.

Lost Fighter ||KaiSoo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora