Amor pasado

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Ambas miradas chocaban con un rose de electricidad, que fácilmente podría haberlos dejado fritos, se sentía en el aire.

-¿Que estás haciendo aquí? -Cuestiono la mujer

-No podemos seguir con esto -Afirmo el guerrero

Bulma apretó los puños, frustrada.

-Es lo mejor, Vegeta ... - Musitó bajando la mirada

-¡No es cierto! -Sentencio con dureza

Ella alzó la cabeza sorprendida.

-Que no daría por besar tu cuello -Susurro- Que no daría por oler tu pelo mientras te me duermes en el pecho -Apretó los puños a los costados de su cuerpo- Daría todo por volver el tiempo, solo para no comportarme como un idiota, mujer-

Los ojos de  Bulma, hermosos y cristalizados lo admiraban atónitos, incrédulos de lo que oían.

-¿Que pasa si te digo que yo no te he olvidado?... -Mascullo, mostrando un delicioso rubor que derritió a Vegeta

-Yo no te he aprendido a vivir sin ti-

Pero, ¿Cómo saber si esto saldrá bien? ¿Cómo evitar hacernos más daño? -

-Es el tipo de cosas que no se predicen, Bulma-

Ella vibro, aún lograba estremecerla cuando pronunciaba su nombre de aquella manera. Se mordió el labio inferior para no soltar el llanto, endureció las facciones buscando fortaleza.

-No estoy segura, Vegeta-

-¡Tú me enseñaste a amarte! -Rugio exasperado- Me enseñaste a vivir contigo a mí lado, con tus gritos en la mañana y tus besos en la noche, ¿Cómo puedes dejarlo todo de lado? -

Ella comenzó a llorar, el corazón del príncipe se encogió.

-¿Crees que es tan sencillo? -Gruño- ¿Crees que todo esto ha sido solo un juego de niños? ¡Pues no!... Las cosas no son así de fáciles, Vegeta

La menor cerró los ojos con fuerza.

-Temo que solo busques a alguien que no cause tantos problemas-

Vegeta sonrió suavemente.

-Humana tonta .
-Mascullo- ¿Realmente me crees tan maldito? -Vegeta se aproximó a ella con lentitud hasta plantarse frente a ella- Si no eres tú no es nadie, mujer -

Ella conecto con sus ojos, aquellos portales la atravesaban con una mirada oscura, potente, firme... Ardiente.

-Solo dime qué no -Hablo el príncipe-  Dime que no me extrañas, que no hago falta en tu vida, en tu cama, en tu corazón... Dímelo y me marcharé -

Todo a su alrededor pareció sacudirse violentamente cuándo el príncipe le tomo el rostro con ambas manos enguantadas y la besó. Cómo hacía tanto no lo hacían, cómo tanto lo extrañaban, un beso de aquellos que te hacían sentir el propio latido de tu corazón.

-Si...-

¿Que cosa? -Pregunto tomándole el menton

-Temo quiero en mi vida, en mi cama... Pero tú jamás abandonaste mi corazón -

-Mujer... Mi mujer-

𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖇𝖚𝖑 - 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖙𝖆 𝖞 𝕭𝖚𝖑𝖒𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora