Guerra

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Terminaba de colocarse la armadura bajo la fuerte mirada celeste. Soltó un suspiro y pasó una mano por su cabellera negra.

-No quiero irme estando peleados -Afirmo el príncipe

-Entonces no te vayas -Pidió Bulma

-Sabes que no puedo hacer eso -Recalco sentándose a su lado- No puedo quedarme aquí mientras todos los demás están luchando por salvar la tierra

-¿Ni siquiera en este momento puedes dejar tu orgullo de lado? -Acuso viéndolo con el ceño fruncido

El mayor intento posar su mano en el hombro contrario, la mujer solo se sacudió molesta.

-Debes entender que no tengo otra opción ante esto -Hablo el Saiyan

-Eso lo entiendo -Afirmo poniéndose de pie- Lo que no comprendo, es que estés dispuesto a dejar desprotegidos a tus hijos, y a tu propia esposa-

-¿Que prefieres entonces, Bulma? -Exclamo irritado- ¡No sirve de nada quedarme aquí si ese bastardo intenta destruir la tierra!

-Prométeme algo entonces -Pidió mirándolo fijamente- Prométeme que regresaras a casa con nosotros, promételo y no me opondré a que te vayas-

Vegeta sintió un nudo en la garganta, apretó la mandíbula y su corazón se oprimió cuando ella comenzó a llorar.

-No puedo prometerte eso, mujer... -Susurro

-¡A eso me refiero! -Rugió furiosa- ¿Qué crees que pasara si no vuelves con nosotros? -La menor se mordió el labio reprimiendo un gran sollozo- Bra apenas tiene un año, No quiero tener que explicarle a Trunks que su padre no volverá.... no creo poder soportarlo-

Sintió una descarga eléctrica cuando la humana se lanzó a su cuello escondiendo el rostro en la curva del mismo. Al fin de unos segundos la envolvió en sus brazos apoyando la frente en su hombro.

Y ella estuvo a salvo, sabía que ningún lugar en el mundo era más seguro que los brazos de su marido.

-No quiero perderte... -Lloro contra su chaleco

El azabache le tomo la mejilla y la seco con su pulgar levantándola para que lo viera.

-Bulma, no tengo miedo de las batallas, mi vida siempre ha sido una guerra, pero entre tanto caos tu eres mi paz, mi refugio, tú y nuestros hijos son eso que no cambiaría por nada en el mundo -Afirmo manteniendo su mirada fija- Por eso debo pelear esta batalla, para asegurar un futuro que sea bueno para ustedes-

Ella quedo sin aliento, sintió las piernas temblarle ante la contundente y penetrante mirada de su esposo. Aquellos portales negros que decían más que su misma boca, ahora le juraban amor eterno.

-Oh, cariño -Murmuro besándolo con suavidad-

-Todo va estar bien, mujer, lo prometo-

𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖇𝖚𝖑 - 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖙𝖆 𝖞 𝕭𝖚𝖑𝖒𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora