𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖇𝖚𝖑 - 𝖁𝖊𝖌𝖊𝖙𝖆 𝖞 𝕭𝖚𝖑𝖒𝖆

Besos repentinos

Quien sabe a qué se debían, o si en verdad tendrían alguna razón de ser, pero aquellos besos repentinos simplemente llegaban a su boca, en el momento menos pensado.

Siempre dulces y fugaces, siempre intrépidos y atrevidos, siempre llenos de amor, como la misma Bulma, quien se tomaba la tarea de repartirlos en los labios del príncipe quien sabe con qué función, más para Vegeta no había razón para que ella se detuviera de hacerlo.

Su orgullo estaría encantado de que ella se detuviera, de que dejara de besarlo tan dulcemente, tan repentinamente, porque en los largos días que pasaba fuera de casa, los extrañaba.

Los extraña más de lo que estaría dispuesto admitir, más de lo que se creía capaz. Por eso al regresar y encontrarse seguros en la privacidad de su habitación, era el quien robaba los besos, era el, quien tomaba acción, era el quien decía que la amaba en cada latido.

Podría pasarse la vida entera, tan solo esperando, sus besos repentinos.