What If...? MARVEL

Sylvie y Loki (Segunda parte)

Vote, vote, vote (si encuentran un error de ortografía o redacción háganme saber para corregirlo de inmediato)

Advertencia:  quizá lloren

Estacionaste tu auto en la entrada de tu casa acogedora en el bosque, tu cuerpo dolía de una manera infernal después del duro entrenamiento que tuviste en las instalaciones nuevas de SHIELD. En contra de los deseos de tus esposos y Elliot al regresar de tu luna de miel te reincorporaste a tu trabajo como agente nivel siete a petición de Coulson. Ya qué Daisy y Ward decidieron no salir juntos a misiones, por el miedo de que les pasara algo y dejaran solo a su hijo. 

Arrastraste tus pies hasta la entrada, en tu mente solo rondaba darte un baño de agua tibia, cenar con tu familia e ir a la cama. Bostezaste y una punzada en tu cabeza apareció.  Abriste la puerta principal esperando a que alguno de tus roomies fuera a saludarte.  Sin embargo no fue así, Sylvie era la única en el living y su atención se centraba en tratar de calmar al bebé que lloraba. 

— Ya, ya no fue tan malo —Sylvie meneaba al pequeño  de un lado a otro  —La tía Sylvie hará magia para ti si dejas de llorar — tus ojos se abrieron de inmediato, pues era el tercer día consecutivo que encontrabas al tu ahijado en tu hogar. 

—Empiezo a creer que le robaste a su bebé a Daisy y Ward— la rubia rodó los ojos asegurándote que lo notaras.

—Muy graciosa mi amor, Daisy tuvo una emergencia y me dejo al pequeño Antoine. Solo que no sé por qué llora, ya le revise el pañal, le di su mamila y le saque el aire— te acercaste a ellos tomando a tu ahijado entre tus brazos. 

—La forma en la que lo sostienes, le da miedo — besaste la frente del bebé y se lo devolviste a tu esposa —¿En dónde están Elliot y Loki? 

—En el jardín con Alya, Morgan y Fanny.

—¿Qué hacen todos los hijos de mis amigos y la mascota de mi hermana en casa? — la ojiazul se encogió en hombros y caminaste a la puerta del jardín. Loki entretenía a las dos niñas con magia mientras Elliot acariciaba la cabeza de Fanny, la pequeña cachorrita se encontraba en su regazo descansando —¿Qué clase de emergencia tuvo Daisy?

—No le pregunté —ladeaste la cabeza — necesitas algo, debo llevar al pequeño a dormir — negaste con la cabeza y te dejaste caer en el sofá. Pegaste un grito pues los dinosaurios de Alya se incrustaron en tu espalda. Tu sobrino comenzó a llorar nuevamente y Sylvie te miro mal—Ya bebé, la bruja ya se fue —lo arrulló al subir las escaleras. 

Buscaste tu celular en tu maleta, para revisar los mensajes. Quizá tu amiga te explicaba cuál era su emergencia. 

—Hola, cariño — te saludó Loki al entrar a la casa —¿Cómo te fue en el trabajo?

 —Ward me dio una paliza en el entrenamiento y...

—Tío Loki —gritaron Alya y Morgan al mismo tiempo interrumpiéndote. 

—Me cuentas después, las niñas quieren limonada —te lanzo un beso y salió corriendo con la jarra. Pusiste los ojos en blanco y al asegurarte que no tenías ningún mensaje subiste para prepararte un baño. Una sonrisa se dibujó en tus labios al ver a tu esposa cantarle una canción de cuna a Antoine, cerraste la puerta de la habitación de Elliot para que el sonido proveniente del primer piso no lo despertara.  

Entraste a tu baño yendo directo a  la tina, diste un brinco al descubrir que cocodriloki estaba en ella flotando, suspiraste de manera pesada al mismo tiempo que él hacia un sonido saludándote. 

—Al parecer hay casa llena —le acariciaste la cabeza sentándote en el suelo — ¿Mobius te trajo? —indagaste recargándote en la bañera, te respondió que sí porque tuvo una emergencia y no podía dejarlo solo.  No después de que casi le arrancara un brazo a un agente de la TVA. —De acuerdo, quédate aquí y por favor no trates de comerte a los pequeños humanos que hay en casa o a la perrita de mi hermana, capaz que nos mata a ambos y se hace unas botas de piel — besaste a la variante de tus esposos y saliste del baño cerrando la puerta a tus espaldas.